Seguramente ha tenido la oportunidad de mirar al cielo durante una noche despejada de nubes y ha podido observar la inmensidad de estrellas, planetas y constelaciones que iluminan nuestros cielos. Los últimos cálculos, estiman que existen más de 300.000 trillones de estrellas, por lo que en conclusión, tenemos mucho que ver hacia arriba.
La fascinación por la contemplación de estos cuerpos luminosos, nos ha acompañado desde el principio de nuestros días, y gracias a la tecnología, hemos podido alcanzarlas literalmente con cada conquista especial que ha logrado la raza humana. Aristóteles y Galileo, entre muchos personajes de la astronomía, han estudiado estos cuerpos celestiales que noche a noche nos cautivan a lo largo del planeta tierra.
Desde lentes básicos como binoculares y pequeños telescopios, hasta los más especializados, son hoy día parte de una nueva tendencia que incorpora a pasos agigantados, la observación de estrellas y planetas a nivel mundial. Asimismo, un rasgo muy interesante que acompaña a la observación básica, es que como ciencia, permite a los aficionados tener un papel activo, ya que pueden indagar, realizar seguimiento, e incluso descubrir fenómenos como curvas de luz, estrellas, cometas, asteroides, entre otros.
Los Destinos Turísticos Starlight son lugares que poseen excelentes cualidades para la contemplación de los cielos estrellados y que, al tener poca o nula contaminación luminosa, son especialmente aptos para desarrollar en ellos actividades turísticas basadas en ese recurso natural, que está al alcance de todos.
Esta rama de la actividad turística, resulta muy llamativa para la realidad de nuestro país. Desde siempre hemos impulsado el turismo de masas en nuestro país, sacando “provecho” a destinos de sol y playa en mayor proporción, dejando de lado opciones especializadas de todo tipo enmarcadas en la pluralidad que pregona el turismo a nivel mundial. No ha escuchado nunca que el Turismo en Venezuela es estacional? Que solo tenemos 4 temporadas fuertes al año?
Creo firmemente que el motivo principal de esta dolencia es haber puesto todos los huevos en la canasta del turismo masivo, que aclaro, no es malo del todo, pero con la experiencia que hemos tenido en Venezuela, creo que es momento de apostar a otras facetas de la actividad que permitan el desarrollo de menos a más, de nichos con potencial sustentable y que no están sujetos a temporadas especificas para el crecimiento del sector.
España y Chile poseen la batuta a nivel mundial, ofreciendo destinos ideales para la contemplación de estrellas. Incluso existe una Fundación Starlight (www.fundacionstarlight.org) la cual entre otras atribuciones, certifica los destinos según una serie de criterios muy interesantes.
Dentro de los criterios de selección y certificación, lo más interesante para entrar en el contexto venezolana es la poca inversión que se necesita para disfrutar de los cielos durante la noche. Tropicalizandolos podemos resaltar las siguientes características:
– No es necesario tener una gran infraestructura.
– Mientras haya menos intervención del espacio, mucho mejor.
– Las facilidades no son de lujo generalmente. Poca inversión inicial.
– El personal debe estar capacitado en cuanto a la interpretación de cuerpos estelares.
– Es posible ofrecer en alquiler el uso de herramientas básicas de observación. Los clientes especialistas seguramente contaran con artificios de mayos capacidad y tecnología.
– Los espacios deben tener poca o nula contaminación lumínica.
– Nuestras costas, llanos y cadenas montañosas son ideales para el establecimiento de puntos o establecimientos para la observación de estrellas.
Con un mercado que crece a diario y una baja inversión inicial resulta muy interesante esta rama de la actividad turística, sobre todo en nuestro país. El desarrollo de espacios innovadores y la apuesta por actividades sostenibles vinculadas al turismo especializado resulta una solución viable, para la grave crisis que estamos afrontando actualmente.
Para finalizar, no podíamos dejar de mencionar el Observatorio Astronómico Nacional “Llano de Hato”, ubicado en el estado Mérida, donde además sirve el Museo de Ciencias Astronómicas junto con sus imponentes cuatro cúpulas, las cuales poseen un Telescopio Gran Refractor, Telescopio Reflector, Telescopio fotográfico Schmidt y Telescopio Astrográfico Doble. Con este espacio, en suelo venezolano, resulta un complemento muy atractivo para conectarlo con cualquier iniciativa que incluya el Starlight Tourism o Turismo de observación de estrellas. Para mayor información visita www.cida.gob.ve. El cielo es el límite, atrévete a explorarlo!
Starlight Tourism: Estrellas para el mercado turístico
Seguramente ha tenido la oportunidad de mirar al cielo durante una noche despejada de nubes y ha podido observar la inmensidad de estrellas, planetas y constelaciones que iluminan nuestros cielos. Los últimos cálculos, estiman que existen más de 300 mil trillones de estrellas, por lo que en conclusión, tenemos mucho que ver hacia arriba.
La fascinación por la contemplación de estos cuerpos luminosos, nos ha acompañado desde el principio de nuestros días, y gracias a la tecnología, hemos podido alcanzarlas, literalmente, con cada conquista especial que ha logrado la raza humana. Aristóteles y Galileo, entre muchos personajes de la astronomía, han estudiado estos cuerpos celestiales que noche a noche nos cautivan a lo largo del planeta tierra.
Desde lentes básicos como binoculares y pequeños telescopios, hasta los más especializados, son hoy día parte de una nueva tendencia que incorpora a pasos agigantados, la observación de estrellas y planetas a nivel mundial. Asimismo, un rasgo muy interesante que acompaña a la observación básica, es que como ciencia, permite a los aficionados tener un papel activo, ya que pueden indagar, realizar seguimiento, e incluso descubrir fenómenos como curvas de luz, estrellas, cometas, asteroides, entre otros.
Los “destinos turísticos starlight” son lugares que poseen excelentes cualidades para la contemplación de los cielos estrellados y que, al tener poca o nula contaminación luminosa, son especialmente aptos para desarrollar en ellos actividades turísticas basadas en ese recurso natural, que está al alcance de todos.
Esta rama de la actividad turística, resulta muy llamativa para la realidad de nuestro país. Desde siempre hemos impulsado el turismo de masas en nuestro país, sacando “provecho”, en mayor proporción, a destinos de sol y playa, dejando de lado opciones especializadas enmarcadas en la pluralidad que pregona el turismo a nivel mundial, ¿no ha escuchado nunca que el turismo en Venezuela es estacional? Que solo tenemos 4 temporadas fuertes al año.
El motivo principal de esta dolencia es haber puesto todos los huevos en la canasta del turismo masivo -que aclaro, no es malo del todo-, pero con la experiencia que hemos tenido en Venezuela, creo que es momento de apostar a otras facetas de la actividad que permitan el desarrollo de menos a más, de nichos con potencial sustentable y que no están sujetos a temporadas específicas para el crecimiento del sector.
España y Chile poseen la batuta a nivel mundial, ofreciendo destinos ideales para la contemplación de estrellas. Incluso existe una fundación: www.fundacionstarlight.org que, entre otras atribuciones, certifica los destinos según una serie de criterios muy interesantes. Lo más interesante de este mercado es que requiere de poca inversión para disfrutar de los cielos durante la noche. Tropicalizandolos podemos resaltar las siguientes características:
- No es necesario tener una gran infraestructura.
- Mientras haya menos intervención del espacio, mucho mejor.
- Las facilidades no son de lujo generalmente. Poca inversión inicial.
- El personal debe estar capacitado en cuanto a la interpretación de cuerpos estelares.
- Es posible ofrecer en alquiler el uso de herramientas básicas de observación. Los clientes especialistas seguramente contaran con artificios de mayos capacidad y tecnología.
- Los espacios deben tener poca o nula contaminación lumínica.
- Nuestras costas, llanos y cadenas montañosas son ideales para el establecimiento de puntos o establecimientos para la observación de estrellas.
Con un mercado que crece a diario y una baja inversión inicial resulta muy interesante esta rama de la actividad turística, sobre todo en nuestro país. El desarrollo de espacios innovadores y la apuesta por actividades sostenibles vinculadas al turismo especializado resulta una solución viable, para la grave crisis que estamos afrontando actualmente.
Para finalizar, no podíamos dejar de mencionar el Observatorio Astronómico Nacional “Llano de Hato”, ubicado en el estado Mérida, donde además sirve el Museo de Ciencias Astronómicas junto con sus imponentes cuatro cúpulas, las cuales poseen un telescopio gran refractor, telescopio reflector, telescopio fotográfico Schmidt y telescopio astrográfico doble. Con este espacio, en suelo venezolano, resulta un complemento muy atractivo para conectarlo con cualquier iniciativa que incluya el Starlight Tourism o Turismo de observación de estrellas. Para mayor información, visita www.cida.gob.ve ¡El cielo es el límite, atrévete a explorarlo!
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