Siete mujeres y cinco hombres compondrán definitivamente el jurado que evaluará las pruebas en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, acusado en un tribunal de Nueva York de narcotráfico y de mantener una empresa criminal que durante dos décadas exportó toneladas de droga a EE.UU.
También fueron elegidos cuatro mujeres y dos hombres como jurados suplentes para este proceso, que acapara la atención internacional y que entrará en el fondo de la cuestión a partir del 13 de noviembre.
Entre los miembros del jurado, cuya edades oscilan entre los 20 y 50 años, hay inmigrantes de Polonia, Etiopía y Asia, así como cuatro personas que hablan español -un sustituto también lo habla-, y desde hoy están parcialmente aislados y, entre fuertes medidas de seguridad, con orden del juez de no hablar del juicio.
El jurado se seleccionó después de dos largos días de intenso interrogatorio a 75 personas de diversos orígenes por parte del juez Brian Cogan que preside el caso, la defensa y la fiscalía, y hoy en una tercera sesión se cerró definitivamente al grupo de personas que decidirán el futuro de uno de los capos más peligrosos del mundo, para el que la Fiscalía pide cadena perpetua.
Los jurados y alternos, que salieron de la sala del juez Brian Cogan que preside el caso y donde se llevó a cabo la selección escoltados por un alguacil federal, serán juramentados el próximo martes previo al inicio del esperado, costoso y mediático juicio.
Cogan decidió no tomarles juramento hasta la próxima semana preocupado de que alguno pudiera arrepentirse y, si eso ocurre, necesita tiempo para elegir a otro entre los seis suplentes.
Tras la selección del jurado, el juez informó a la defensa de Guzmán Loera de que una de las mujeres elegidas, una hispana, le había manifestado en privado y entre lágrimas su miedo de que la gente pudiera descubrir que es jurado.
“Tenemos una pequeña rebelión”, dijo Cogan a los abogados Jeffrey Lichtman y Eduardo Balarezo, que defienden al mexicano, de 61 años y que enfrenta cadena perpetua tras ser extraditado a EE.UU. hace cerca de dos años.
Lichtman respondió que la preocupación de la defensa es que si dejan ir a una de los jurados “por algunas lágrimas, entonces tendremos un mar de lágrimas” durante el juicio.
El jurado se seleccionó con la presencia de Guzmán Loera, que durante este proceso acudió en conjunto de pantalón y chaqueta oscura en lugar del uniforme de la prisión federal en que está desde su extradición.
Reglas del tribunal impiden que los jurados vean al acusado en ropa de prisionero para que no lo vean como un criminal.
Durante este juicio no se conocerá el nombre de los miembros del jurado, dónde viven o trabajan, como parte de las extremas medidas de seguridad por el historial de violencia del cartel de Sinaloa, que ha secuestrado, torturado y asesinado a quienes representaran una amenaza, de acuerdo con la acusación contra el mexicano.
En general la mayoría dijo durante el proceso de entrevistas, en que se les identificó por un número, haber escuchado sobre Guzmán a través de noticiarios o series, y hay alguno que está relacionado o tiene familiares relacionados con agencias del orden.
Una mujer blanca de mediana edad dijo tener dos hermanos en el Departamento de Seguridad Nacional, uno de ellos piloto, pero aseguró que podría ser objetiva cuando escuche el testimonio sobre el Chapo de agentes de esa agencia.
Otra, afroamericana, también de mediana edad y con una hermana en el Departamento de Prisiones, comentó durante las entrevistas previas que había visto en las noticias algo del cumpleaños de las hijas de Guzmán Loera.
El acusado tiene gemelas de siete años con Emma Coronel, quien ha asistido a las audiencias previas al juicio y que recientemente les festejó un costoso cumpleaños inspiradas en la famosa muñeca Barbie, que fue reseñado por la prensa.
Otra de las que juzgará la evidencia contra Guzmán Loera dijo haber visto cuatro capítulos de la serie Narcos y cuando se le preguntó qué recordaba, afirmó que “para ser honesta, el agente de la DEA era muy guapo”.
La inmigrante polaca había señalado que hace varios años su hijo tuvo problemas con las drogas pero aseguró al juez, fiscales y defensa que no dejará que eso le afecte para evaluar la prueba que se presente durante el juicio.
Una afroamericana joven dijo que el nombre del Chapo y el cartel de Sinaloa le sonaban familiar pero que no recuerda dónde escuchó de ellos.
Otro hombre joven dijo por su parte que había escuchado que el Chapo “escapó de México, luego de eso fue capturado y traído a EE.UU”, y aseguró que a pesar de haber sido agredido hace varios años por un grupo de jóvenes eso no le afectará como jurado.
Con la selección del jurado, a partir del martes, Guzmán Loera, al que el Gobierno de EE.UU. ha logrado traer al banquillo de los acusados, la fiscalía presentará miles de páginas de documentos, grabaciones, fotografías y una larga lista de testigos para probar sus acusaciones de narcotráfico, mientras la defensa tratará de probar que su cliente no es el capo que alegan es.