El expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) afirmó hoy que el liderazgo de Estados Unidos, gobernado por el magnate republicano Donald Trump, “parece ser que tiene más experiencia sobre bienes raíces que sobre relaciones entre países”.
Durante la presentación de su nuevo libro, “Muros, Puentes y Litorales. Relación entre México, Cuba y Estados Unidos”, el expresidente dijo que entre estos países se tienen que encontrar “puentes que vinculen nuestros litorales en lugar de muros que los dividan”.
Aseguró que “el talento diplomático” de los mexicanos está bien preparado para que en el futuro que se necesite se haga una intervención efectiva y trascendente en las circunstancias que se requieran”, afirmó el exmandatario.
Frente a la relación entre Cuba y Estados Unidos, Salinas rememoró que durante el diálogo en 1994 entre el expresidente estadounidense Bill Clinton y el entonces comandante cubano Fidel Castro para mejorar sus relaciones diplomáticas se arrancó “con una propuesta” y con ambos líderes dispuestos “a escuchar, conocer y armar una solución”.
“Es difícil negociar cuando se quiere empezar con un descontón (golpe). El liderazgo en Estados Unidos que parece ser que la experiencia entre negociación tienen más experiencia sobre bienes raíces (bienes inmuebles) que sobre relaciones entre países”, dijo el expresidente.
Salinas afirmó que, debido a la circunstancia geográfica, la política de México “debe ser geopolítica” y recordó que “el apoyo que México ha sabido otorgarle a Cuba en su lucha por mantener la soberanía se ubica en la batalla de mantener la propia autonomía” del país latinoamericano.
El político mexicano, quien tuvo un papel crucial junto al escritor colombiano Gabriel García Márquez en las negociaciones entre Bill Clinton y Fidel Castro en 1994, episodio histórico que se relata en el libro de la editorial “Debate”, recordó que lo importante en la relaciones democráticas “es la confianza en la palabra”.
Respecto del principio de no intervención, el exmandatario mexicano aseguró: “no debemos permitir que valores fundamentales como la lucha por la justicia, la democracia y la libertad, sean utilizados para seguir practicando las viejas prácticas de intervención que los caracterizó durante la Guerra Fría”.
Insistió en que “los reclamos sobre abusos que hay en distintos países” pueden conducirse a través organismos internacionales como Naciones Unidas “para que no se elijan unos como jueces de todos los demás y en el fondo solo están promoviendo los intereses particulares”.