El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha denunciado este miércoles ante la Asamblea General de Naciones Unidas la construcción “unilateral” e “ilegal” de un canal en el río Masacre por parte de “actores incontrolables” de Haití, lo que ha generado “animosidad” a ambos de la frontera.
“La información que disponemos indica que es una maniobra de control de agua por parte de una reducida élite económico-política para lucrarse con su venta a pequeños productores de la zona”, ha aseverado Abinader, resaltando además que el trasvase de agua es una “violación” de los tratados transfronterizos.
Abinader, que ha indicado que solo dos kilómetros del río discurren por Haití, mientras que 55 lo hacen por territorio dominicano, ha asegurado que la decisión “nunca fue comunicada oficialmente ni se suministró documentación sobre su impacto ambiental” o sobre la identidad de sus beneficiarios.
“Los análisis que hemos realizado demuestran que la obra pone en riesgo el acceso al agua de centenares de familias agricultoras, dominicanas y haitianas”, agregando que también “pone en peligro de inundación” un parque industrial cercano –con 19.000 trabajadores– y una parte de Dajabón y Juana Méndez.
De la misma forma, la construcción producirá “efectos ecológicos nocivos” a la laguna de La Saladilla, según Abinader, uno de los principales humedales del país. “El Gobierno hatiano ha señalado que no se trata de una obra gubernamental, pero no la ha detenido producto de la debilidad institucional y la crisis de orden público y seguridad en ese país”, ha sentenciado.
Abinader también ha indicado que no buscan “una confrontación con el pueblo haitiano”. “Pero sí estamos enfrentando a los actores incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití por sus intereses particulares y que ahora conspiran contra la estabilidad de su Gobierno y la seguridad de los recursos hídricos”, ha agregado.
En este sentido, el presidente de República Dominicana ha instado a la comunidad internacional a “asumir el tema haitiano como de altísima prioridad” ante el peligro de que Haití se convierta en un “factor de inseguridad” y de “amenaza” en la región.
“Quiero reiterar nuestra solidaridad con el pueblo haitiano, pero sin olvidar que nuestra principal responsabilidad es defender los intereses del pueblo dominicano. Así lo hemos hecho siempre, así lo hacemos, y tengan por seguro que así lo seguiremos haciendo”, ha zanjado.