El mundo del deporte del boxeo, como ya había anticipado, reaccionó de manera unánime contra el anuncio oficial del combate que van a protagonizar el excampeón del mundo invicto, el estadounidense Floy Mayweather Junior, contra el peleador irlandés de las artes marciales mixtas Conor McGregor.
La fecha será el próximo 26 de agosto y el escenario final elegido será el T.Mobile Arena de Las Vegas después de haberlo cambiado por el MGM Grand Arena, que fue el primero dado a conocer.
También se conoce ya de manera oficial que la pelea se hará dentro de las 154 libras (69,853 kilogramos), peso superwélter, a 12 asaltos, y con supervisión de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA, por sus siglas en inglés).
Desde comentaristas hasta entrenadores y boxeadores en activo han criticado con dureza la programación de la pelea y sobre todo a Mayweather Jr., de 40 años, retirado hace dos, y que vuelve sólo para llevarse una bolsa multimillonaria, si al final se cumplen los cálculos que tienen los organizadores y la televisión de pago.
Ya se habla de una taquilla récord que podría alcanzar los 60,5 millones de dólares y de más de 100 dólares para aquellos que deseen verla por televisión de pago, lo que podría dejar otros 500 millones de dólares, más todos los derechos de publicidad.
Lo anterior significa, de acuerdo a los organizadores, que el combate “esperpento”, como ya se le conoce en el mundo del boxeo, al final puede generar una recaudación que supere los 600 millones de dólares que dejó el duelo entre el propio Mayweather Jr. contra el filipino Manny Pacquiao, que se convirtió en el mayor “robo” y “estafa” sufrida por los aficionados en la historia del boxeo.
De hecho, todavía hay cientos de casos en los tribunales de California de aficionados que demandaron a los organizadores por haberles “robado” el dinero que pagaron por verlos por la televisión después que se conoció que Pacquiao subió lesionado al cuadrilátero.
Los organizadores, que ya han adelantado que podría haber revancha si perdiese Mayweather Jr., para cuidarse del aspecto legal de posibles demandas ya han advertido que el duelo no se presenta como un combate puro de boxeo sino que será entre un pugilista y un peleador de las artes marciales mixtas.
Leonard Ellerbe de Mayweather Promotions, Stephen Espinoza de Showtime, la cadena que trasmitirá la pelea, y Dana White, presidente de UFC, en representación de McGregor, comenzaron a venderla.
El primero con el argumento que el excampeón del mundo no puede arriesgarse a recibir un golpe por parte de McGregor que lo deje fuera de combate.
Espinoza que será un espectáculo especial, único, que los aficionados quieren ver, sin importar lo que tengan que pagar, y White, que ha convertido a su organización como la gran ganadora, que McGregor en ningún momento se va a olvidar que no puede dar ningún golpe que no sea reglamentario dentro del deporte del boxeo.
Tampoco le interesará cometer ese error cuando va a tener una bolsa asegurada de más de 100 millones de dólares, el mismo deportista que hace cuatro años recibía una ayuda social de 235 dólares.
Pero algo especial tendrá que hacer sobre el cuadrilátero si quiere dar algo de espectáculo porque preparadores de boxeo como Teddy Atlas, que simbolizó el sentir de los expertos, al analizar lo que puede dejar el duelo entre Mayweather Jr. y McGregor, aseguró que el campeón de las artes marciales mixtas será incapaz de alcanzar al invicto estadounidense con un golpe decisivo.
“McGregor no tiene ninguna opción”, valoró Atlas. “No fueron capaces de hacerle daño púgiles como Pacquiao y Saul Álvarez, mucho menos un rival que no sabe boxear y con el que estará jugando todo el tiempo sobre el cuadrilátero”.
Eso lo saben también los organizadores, pero su objetivo no es pasar a la historia por haber presentado una pelea “excepcional”, de auténticos campeones de boxeo, sino de montar un experimento cargado de “morbo” que dejará un beneficio multimillonario.
Además de eclipsar el gran duelo que el mundo del deporte del boxeo quería ver este año como será el que van a protagonizar el púgil invicto kazako Gennady Golovkin contra Álvarez dentro del peso de los medianos, el próximo 12 de septiembre, en el mismo escenario del T.Mobile.