Josh Hamilton no podrá alcanzar su objetivo de figurar en el roster de los Rangers de Texas para el juego inaugural de la campaña, pues deberá someterse a una nueva cirugía en la rodilla izquierda.
Hamilton se sometió el lunes a una operación artroscópica en Houston, a fin de reparar el daño en los meniscos de la rodilla. El pelotero sufrió un dolor la semana pasada, cuando corría en el campamento de pretemporada.
Sin embargo, los médicos descartaron que la dolencia esté relacionada con el ligamento cruzado anterior que se reparó mediante una intervención quirúrgica.
Hamilton, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2010 llegó al campamento con un contrato de ligas menores. Deberá cumplir con un programa de rehabilitación de seis semanas antes de correr otra vez. Luego, requerirá de varias semanas de actividad antes de declararse listo para jugar.
Se espera que Hamilton vuelva al campamento en Arizona a finales de esta semana, cuando quedará más claro lo que significa la cirugía para su futuro. Podría ir a rehabilitación y continuar trabajando para ser una opción de los Rangers durante la temporada.
El toletero de 35 años había abandonado el domingo el entrenamiento en Arizona y volvió a Houston por segunda vez en menos de una semana, a fin de que lo examinara el doctor Walt Lowe, quien en junio le practicó también la cirugía que puso fin a su temporada.
La nueva intervención quirúrgica en la rodilla es la undécima en la carrera de Hamilton y la tercera desde 2015, cuando jugó por última vez en las mayores.
Tras dos operaciones de rodilla a finales de 2015, cuando bateó para .253 con ocho jonrones y 25 impulsadas en 50 encuentros, Hamilton probó inyecciones de cortisona y un tratamiento con células madre, así como con plasma rico en plaquetas durante la pretemporada anterior. Pero jugó sólo un duelo con la sucursal de la Doble A en Frisco, en la que cumplió dos turnos el 30 de abril. En junio, fue operado para reparar el ligamento cruzado anterior y un cartílago.
El jardinero, cinco veces elegido para el Juego de Estrellas, recibió en diciembre el visto bueno de los médicos para reanudar sus actividades relacionadas con el béisbol. Había entrenado desde entonces en la primera base.
Se había sentido bien hasta que se presentó el dolor repentino, hace una semana, cuando corría en los jardines a una velocidad moderada.
Lowe lo examinó el miércoles, cuando Hamilton recibió también una inyección de plaquetas y se sometió a una resonancia magnética en la rodilla. Pero el pelotero sintió más molestias tras regresar al campamento, donde sólo pudo ejercitarse en una bicicleta fija.