Sin justicia social no es posible la paz. Los tres ponentes del segundo debate previo al III Congreso Internacional Edificar la Paz en el Siglo XXI, que tuvo lugar este miércoles 19 de octubre en Barcelona, coincidieron en afirmar que sin justicia social la construcción de la paz no es efectiva, ya que se trata de un “bien de segundo orden”, en palabras de Arcadi Oliveres, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y miembro de la ONG Justicia y Paz.
Oliveres, el primero en intervenir, también destacó que en este momento “la injusticia social mayor es la pobreza, un injusticia que existe en todo el mundo”, aunque se percibe en diferentes intensidades y formas. Y destacó cuatro elementos que agudizan esta pobreza: una colonización mal hecha – “ya que el proceso de empobrecimiento de muchos países ya comienza con la llegada de Colón”-; un comercio injusto – “como que estos países no tienen fuerza negociadora les compramos a precios baratos y les vendemos a precios caros-; el juego de las multinacionales y la deuda externa.
Ahora bien, el profesor de Economía también recordó que en los países acomodados también hay injusticias sociales y su erradicación pasa por reducir la pobreza, generada especialmente por el aumento del paro, y garantizar el estado del bienestar. “Un sistema que necesita dos cosas para que pueda funcionar: ingresos adecuados y gastos adecuados”.
Respecto la entrada de capital, el histórico activista por la paz advirtió que “si no queremos subir impuestos sólo queda una solución: ¡cobrarlos!” y no admitir ningún tipo de fraude fiscal, ni el más pequeño contribuyente, ni de las empresas, bancos o grandes fortunas. Y, por otro lado, racionalizar el gasto, por ejemplo, reduciendo los presupuestos militares, denunciando el rescate de los bancos y reclamando más inversiones en las partidas de ayudas sociales.
Haití y República Dominicana, dos escenarios
Por su parte, Ana Belio, miembro de la ONG Grupo de Ayuda Permanente al Pueblo de Haití (Grapph, explicó las grandes diferencias sociales existentes en la sociedad haitiana, lo que la hace especialmente “contradictoria y desconfiada”, y lamentó que hoy día prácticamente un 85 por ciento de la población esté excluida de las oportunidades. “El hecho de que para los haitianos sea tan importante de qué familia formes parte y donde has nacido, demuestra que hay mucha injusticia social”, aseguró.
Además, la mujer del cónsul de ese Estado en Barcelona insistió en que “Haití es la demostración de que no todo el mundo tiene el mismo concepto de justicia social”. E indicó algunos elementos que no ayudan a que el país más pobre de América Latina levante cabeza: la permanente proyección de una imagen negativa, el aumento de la población, la fuga de cerebros, la corrupción, la poca credibilidad como país inversor o la dependencia de la población respecto a las ayudas humanitarias, aunque muchas recaudadas por grandes ONG tras el terremoto de 2010 no llegaron a sus destinatarios, según Belio.
Finalmente, Jordi Cussó, presidente de la Fundación Carta de la Paz y de la Asociación Amigos de la República Dominicana, recordó que “la paz no es una casualidad histórica porque exige mucha dedicación” y “a pesar de ser un bien de segundo orden, también es uno de los más frágiles “, ya que si no la construyes sobre la base de la justicia social y los derechos humanos no tiene fundamentos.
En referencia a la República Dominicana, Cussó destacó falta de respeto a la voluntad de encontrar solución a problemas enquistados y “desconfianza hacia las instituciones”. “A veces tengo la impresión de que los dominicanos creen que muchas injusticias ya forman parte de su idiosincrasia, que ya no tienen solución”. Pero también, y como representante de una ONG que trabaja en pequeñas comunidades, advirtió del peligro “de estar exportando allí un modelo de desarrollo que ya se ha demostrado injusto aquí (Europa)”.
Todas estas intervenciones contextualizadas en los debates precongresuales, que se realizan con el apoyo de la Asociación de Profesionales Dominicanos de Cataluña (APRODOCAT), la Diputación de Barcelona y La Caixa-Obra Social, también formarán parte de las memorias finales del III Congreso Internacional Edificar la Paz, que tendrá lugar en Santiago de los Caballeros (República Dominicana), sede de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), los días 26, 27 y 28 de junio de 2017.
OLGA CAPELLAN DE SCHMIEG