Washington, – El alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, formalizó este domingo su carrera por la candidatura demócrata a la Casa Blanca ante más de 6.000 entusiastas seguidores, con un discurso en el que reivindicó la necesidad de un relevo generacional para arrebatar al poder al presidente Donald Trump.
Buttigieg, de 37 años, ha generado un tirón sorprendente entre los votantes, debido en parte a su atípico perfil: es joven, homosexual, progresista, hijo de inmigrantes, veterano en la guerra de Afganistán, formado en Harvard y Oxford, y además toca el piano y habla siete idiomas, entre ellos español.
“El momento que vivimos exige voces esperanzadoras y audaces de comunidades como la nuestra. Y sí, exige una nueva generación de liderazgo”, aseguró Buttigieg en su acto formal de presentación de campaña.
Si llegara al poder, Buttigieg no solo sería el primer presidente de Estados Unidos abiertamente gay, sino también el más joven; todo un contraste con Trump, que en 2017 se convirtió, con 70 años, en el mandatario de más edad en asumir el cargo en la historia del país.
Muchos le llaman “Alcalde Pete” debido a su complicado apellido, pero él ha minimizado ese bache y en cuanto puede enseña a pronunciarlo: se dice “Boot-edge-edge”, indica su perfil de Twitter.
Buttigieg pidió creer en “una nueva primavera estadounidense” en su discurso, en el que relató sus retos personales y la diferencia que marcó en su vida la legalización del matrimonio homosexual en 2015, que le permitió casarse con su actual esposo, Chasten.
“Las fuerzas que están cambiando nuestro país son tectónicas, y ayudan a explicar qué hizo esta Presidencia posible. Por eso, esta vez no estamos hablando de ganar unas elecciones, sino de ganar una era”, subrayó Buttigieg.
El carismático alcalde deberá enfrentarse a otros 17 aspirantes en las primarias demócratas, pero ha recaudado más de 7 millones de dólares en el primer trimestre de 2019 y se sitúa en tercer lugar en algunas encuestas en Iowa y Nuevo Hampshire, los dos primeros estados en votar.
También se ha enfrentado con el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, procedente también de Indiana y conocido por su oposición a muchas políticas a favor de los homosexuales y transexuales, algo que justifica por su cristianismo.
Buttigieg ha alertado a Pence que cuando se mete con su sexualidad, se está metiendo también con su “creador”, en referencia a Dios, algo que el vicepresidente de EE.UU. definió esta semana como un “ataque” a su “fe cristiana”. (EFE).