Asegura que quiere reanudar el proceso de paz en Nagorno Karabaj, reactivar la economía y acabar con la pandemia de coronavirus
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha asegurado este miércoles que no piensa “renunciar” a ejercer sus responsabilidades, al tiempo que ha presentado una ‘hoja de ruta’ con la que pretende superar la coyuntura actual y que incluye un programa de reforma de las Fuerzas Armadas.
“Ya he dicho que me considero el responsable número uno de la situación actual. Soy también el responsable para superar la situación actual y lograr la estabilidad y la seguridad en el país. Enfatizo que no solo no pretendo renunciar a esta responsabilidad sino que estoy completamente comprometido con este trabajo”, ha afirmado en su cuenta de Facebook el primer ministro armenio, cuestionado desde que firmó con Azerbaiyán el 9 de noviembre un acuerdo de alto el fuego para Nagorno Karabaj que supone renunciar a varios de los territorios azeríes que permanecían bajo control armenio desde el final de la última guerra, en 1994.
Pashinián ha presentado una ‘hoja de ruta’ que guiará la acción de su Gobierno y que se basa en quince puntos, siendo el primero de ellos el objetivo de “restablecer” el proceso de paz en Nagorno Karabaj bajo el formado del Grupo de Minsk de la OSCE, copresidido por Rusia, Estados Unidos y Francia.
Ese primer punto de la ‘hoja de ruta’ centrará sus esfuerzos en el “estatus” de Nagorno Karabaj y tendrá como “prioridad” el “regreso” de los karabajíes “a sus lugares de residencia”. En este sentido, Pashinián ha explicado que el segundo punto de su plan pasa por “restablecer por completo la vida normal” en Nagorno Karabaj, con la reconstrucción de casas, apartamentos e infraestructuras “bajo control de las autoridades” de la región.
El primer ministro armenio ha indicado que el Gobierno dará “garantías sociales” a las familias de los militares y civiles muertos en el conflicto en la región en disputa y reconstruirá las zonas residenciales y las infraestructuras de Armenia que han sufrido daños por los enfrentamientos que comenzaron el 27 de septiembre.
Otro de los objetivos del plan de Pashinián es “garantizar el retorno seguro de los soldados y civiles capturados” por las fuerzas azeríes, así como “aclarar la situación de los desaparecidos”. El jefe del Gobierno armenio ha avanzado que se creará un “sistema de rehabilitación psicológica” para las personas que han “participado” en la guerra en Nagorno Karabaj y “para la sociedad en general”.
En esta misma línea, otro de los puntos de la ‘hoja de ruta’ de Pashinián es el la puesta en marcha de “un programa de reforma de las Fuerzas Armadas”, una iniciativa que llega después de que él mismo reconociera que firmó el acuerdo con Azerbaiyán porque las fuerzas militares azeríes tenían acorralados a miles de militares armenios en Nagorno Karabaj.
Además de comprometerse a trabajar para superar la pandemia de coronavirus y “eliminar sus consecuencias” en Armenia, el jefe del Gobierno ha abogado en su plan por “restablecer” la actividad económica y por “intensificar los programas destinados a la resolución de problemas demográficos”.
En el plano político, Pashinián se ha comprometido a hacer enmiedas a la legislación electoral y a impulsar una nueva ley de partidos, además de establecer un instituto para formar jueces especializados en lucha contra la corrupción como paso previo al creación de un tribunal anticorrupción. Los últimos puntos de la ‘hoja de ruta’ se centran en impulsar las consultas con representantes de la sociedad civil y los partidos armenios y con las organizaciones y personalidades de la diáspora.
“El objetivo más importante de todo esto es garantizar la estabilidad democrática de Armenia y crear garantías para que nada amenace la formación del poder mediante la libre expresión del pueblo”, ha afirmado Pashinián.
ANUNCIA QUE HABRÁ MÁS CAMBIOS EN EL GOBIERNO
Tras haber cesado al ministro de Exteriores, Zograb Mnatsakanián, y al ‘número dos’ del departamento, Shavarsh Kocharián, por las discrepancias en torno al acuerdo de alto el fuego, Pashinián ha dicho que planea hacer “cambios en el Gobierno” para poner en marcha su ‘hoja de ruta’.
“El significado y el propósito de los cambios será una puesta en marcha más efectiva del programa mencionado y la máxima adaptación de los miembros del Gobierno a la puesta en marcha de la ‘hoja de ruta'”, ha asegurado.
El discurso del primer ministro de Armenia llega horas después de que el presidente del país, Armen Sarkisián, asegurara que ve “inevitable” la convocatoria de unas elecciones anticipadas tras la crisis política derivada del acuerdo de alto el fuego firmado el 9 de noviembre con Azerbaiyán bajo la mediación de Rusia.
El acuerdo ha sido rechazado por las formaciones políticas opositoras por considerarlo una capitulación ante Azerbaiyán y por el temor a que acabe poniendo en riesgo la región de Nagorno Karabaj, con mayoría de población armenia y controlada de facto por las autoridades armenias desde el final de la última guerra.
El pacto firmado por los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia comprende un cese de hostilidades, el despliegue de 1.960 militares rusos como fuerzas de paz en la línea de separación en Nagorno Karabaj, el establecimiento de un centro de supervisión de la tregua controlado por observadores rusos y turcos y emplazado en suelo azerí y la devolución de territorios azeríes controlados desde 1994 por Armenia, incluida Shusha, la segunda localidad más importante de la región en disputa.
EL SENADO AUTORIZA EL DESPLIEGUE DE LA MISIÓN DE PAZ RUSA
El Senado de Rusia ha dado este miércoles su autorización para el envío de la misión de paz a Nagorno Karabaj, que comenzó a desplegarse el 10 de noviembre en la región en disputa, tras la firma del acuerdo de alto el fuego.
La decisión de la cámara alta supone la aprobación del despliegue de un contingente militar que permanecerá en Nagorno Karabaj durante los próximos cinco años, con posibilidad de prórroga. La presidenta del Senado ruso, Valentina Matvienko, ha destacado que el despliegue de los militares rusos ha garantizado el fin de las hostilidades.
“Hoy vemos que las fuerzas pacificadoras de Rusia jugaron un papel crucial para detener el baño de sangre y trajeron la paz a esta sufrida tierra”, ha indicado, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik. Matvienko ha señalado que las tropas rusas también cumplen cometidos humanitarios y facilitan el retorno de refugiados.