Por Marcelo Peralta |
Santiago, R.D.- El simbólico Parque Juan Pablo Duarte que honra la memoria del Padre de la República Dominicana ha sido convertido en un mercado de pulgas similar a un laberinto.
En sus periferias está de la Catedral Santiago Apóstol; el Palacio Consistorial, el Centro de la Cultura de Santiago sede del Ministerio Regional de Cultura y la Gobernación de Santiago.
El Parque en memoria del insigne forjador de la República Dominicana ha sido convertido en una aberración y adefesio a Juan Pablo Duarte cuyos alrededores, al no existir baños dominicanos y haitianos orinan y defecan ante la mirada indiferente de las autoridades.
Está situado entre las calles Del Sol, 30 de marzo, 16 de agosto y Benito Monción, siendo esta última donde se halla el busto del patricio que le da nombre al lugar.
El espacio que hoy ocupa, fue en principio una Plaza de Armas, instalada en la época colonial y ubicada frente a un templo dedicado a Nuestra Señora de las Mercedes reconstruido después del terremoto en 1842 y que hoy se denomina Iglesia Catedral de Santiago Apóstol
El Parque Juan Pablo Duarte era un buen punto desde donde comenzar a explorar las opciones de entretenimiento cultural y artístico de los Santiago y desde el cual se empezaban a hacerse un recorrido por el pasado histórico de la ciudad.
Respecto a los orígenes de la Catedral Santiago Apóstol, se remontan a mediados del siglo XIX, aunque no tenía esa categoría, sino que antes lo que había allí era una iglesia que desapareció luego de un terremoto en el 1842.
La reconstrucción del mismo inicio en 1851, aunque en 1863 se vio afectada debido a las luchas restauradoras ya que allí estaba instalada La Plaza de Armas.
El templo actual comenzó a tomar forma en el 1868 ya que la construcción se paralizó varias veces hasta que en 1895 fue finalmente bendecido.
Esta catedral se ha convertido en símbolo de permanencia de Santiago, porque allí se conserva una de los dos únicas copias de la famosa escultura “La Piedad” de Miguel Ángel.
Es allí, en este templo donde reposan los restos del expresidente el dictador Ulises Hereaux-Lilis; el General José María Imbert, Pedro Antonio Pimentel, Fernando Valerio y Lucas Evangelina de Peña.
La edificación tiene torres esquineras y en el frente le cierran tres puertas talladas con siluetas con motivos urbanísticos y alegóricos a la vida de Jesús y Santiago Apóstol, así como de la batalla 30 de marzo.
Además, en su parte Oeste esta la vistosa estructura del Centro de Recreo el que ha sido receptor de personalidades internacionales y nacionales.
Esa estructura ha sido visitada por José Martí, Padre de la Independencia de Cuba; el presidente Rafael Estrella Ureña, José María Cabral y Báez, Eugenio María de Hostos.
También de los presidentes de la Republcia Dominicana Eladio Victoria, Rafael Leónidas Trujillo Molina, Donad Reid Cabral, Antonio Guzmán Fernández, Salvador Jorge Blanco, Joaquín Balaguer, Hipólito Mejía, Leonel Fernández, Danilo Medina y otras personalidades de renombres.
El Centro de Recreo tiene 122 años de construido y testigo de la evolución y desarrollo de actividades socioculturales y espacio por excelencia de la oligarquía de la ciudad de Santiago de Los Caballeros.
Sus orígenes se remontan al 16 de agosto del 1894 cuando Enrique Deschamps, Julio Benedicto, Agustín Bonilla y Rafael Tavarez tuvieron la idea de fundarla, visitado por abogados, maestros, políticos, empresarios, industriales, comerciantes y personalidades ligadas a diversas entidades.
Fueron directivos José María Vila Morel, José C. Vega, Ulises Espaillat, Luis Manuel Morel, Andrés Fondeur y Guillermo Kninpping.
El 2 de marzo de 1901 “comenzó la construcción del primer edificio para el Centro de Recreo por el maestro constructor Francisco Fernández (Paco) y el costo de la obra, sin los muebles, ascendió a la suma de 5 mil 380 pesos.