Olmedo Caba Romano, director ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, INDRHI, expresó que el principal objetivo de las obras hidráulicas se enfoca en equilibrar social y económicamente sus demarcaciones colindantes, promoviendo a largo plazo que poblaciones marginadas transformen su calidad de vida, al explicar detalles del Plan de Manejo Integrado de Cuencas y Apoyo al Diseño y Operación de Infraestructura Hídrica en el río Yuna, que desarrolla el organismo con recursos propios y donaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La acotación surge durante una conferencia magistral que ofreciera en la Universidad Católica Nordestana, UCNE, en el marco del 2do Congreso de Ingeniería y Arquitectura titulado Agua + Sociedad= Vida, organizado por la alta casa de estudios y que contó con la participación de funcionarios del INDRHI que abordaron el tema agua en sus múltiples vertientes. Participaron estudiantes, profesionales y miembros del claustro universitario.
Dentro de los componentes del proyecto destacó uno de los esquemas previstos para la presa de Alto Yuna, que tendrá capacidad de almacenamiento superior a 20 millones de metros cúbicos y 2 túneles hacia una central hidroeléctrica con generación mayor a 60 megavatios.
El profesional de la ingeniería mencionó que se contemplan mejoras en las importantes zonas agrícolas Aglipo I y II, además de la creación de Aglipo III para incorporar tierras en los sectores La Reforma, Guaraguao, Los Peinados y Los Contreras, entre otras, que según definió Caba Romano, “son zonas con inmensas tareas que debido a la condición de sus sistemas de riego no han podido ser puestas en producción”.
El Plan de Gestión vislumbra estudios para mejorar la dinámica del flujo de agua y sedimentos en la parte baja del Yuna, lo que contribuirá en la disminución del impacto de las constantes inundaciones. En la parte alta del Yuna que inicia en Bonao, el plan se enfoca en trabajos que aumenten y flexibilicen la oferta de agua, como la construcción de embalses y canales de conducción y riego, además de labores de reforestación, junto al Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales.
En la parte media, el ingeniero explicó que desde los ríos Masipedro y Yuna se llevará agua hasta la presa Rincón en La Vega para aumentar el caudal disponible para uso humano, riego y generación hidroeléctrica en todo el Valle del Cibao, y que se trabajará en el revestimiento de los canales.
“Gran parte del agua que consume nuestra provincia Duarte proviene de esta presa, y con dichas acciones la garantizamos en un periodo superior a 60 años también para las provincias Hermanas Mirabal, Monseñor Nouel y Sánchez Ramírez”, agregó el director ejecutivo del INDRHI, institución que trabaja proveyendo agua a unos 6 millones de tareas.
Señaló que el proyecto vendría de la mano de una formación integral a los agricultores para la plantación de cultivos sostenibles, y enfatizó que la seguridad alimentaria depende de proyectos como estos.
Concluyó su participación extendiendo una invitación a recorrer el proyecto Múltiple de la Presa Montegrande, gran obra de infraestructura hidráulica en el país, e igualmente por Azua II – Pueblo Viejo, proyecto que contempla 14 lagunas para el almacenamiento de 800 mil metros cúbicos para riego nocturno, con el propósito de que conozcan sus dimensiones y los beneficios que generan.
En el evento participaron por parte del INDRHI, además, Juan Francisco Saldaña, director de Planificación para el Desarrollo Institucional, el cual abordó el tema “Importancia social del agua”; y el asesor de Gestión Ambiental, Juan Fulvio Ureña, que disertó sobre el “Aprovechamiento hidráulico del río Boba”, tópico con el que aseguró que abastecer de agua potable a San Francisco de Macorís desde dicho afluente es una alternativa que se debe considerar luego de alcanzado el tiempo de vida de las infraestructuras actuales que se abastecen desde la presa de Rincón.
Además, por parte de la entidad hídrica, Rafael Ovalles impartió la conferencia “Uso de drones aplicado a la hidrología”, en la que señaló que la institución está utilizando drones en los sectores medio ambiente, gestión de recursos hídricos, así como la supervisión e inspección de obras civiles y de infraestructura, siendo éstas dos últimas las más destacadas.
Presentó los casos de estudios con drones que se han realizado recientemente en la institución, específicamente el levantamiento fotogramétrico de la cuenca baja del río Haina y la batimetría en seco en el contraembalse Las Barías.