El presidente de EE.UU., Barack Obama, se reunió hoy con parte de su gabinete para escuchar “recomendaciones concretas” sobre cómo mejorar la seguridad y la formación de los policías en el país, tras la matanza este mes de varios agentes en Dallas (Texas) y Baton Rouge (Luisiana).
“Creo firmemente que no hay ninguna contradicción entre proteger a nuestros agentes y honrarlos, por un lado, y asegurarnos de que todos ellos tengan las herramientas que necesitan para hacer su trabajo y construir confianza entre los agentes de policía y las comunidades a las que sirven”, dijo Obama.
“De hecho, estas tareas son complementarias”, añadió el mandatario en declaraciones a la prensa después de la reunión en la Casa Blanca.
El mandatario consideró que hay que “hacer más” para “asegurar que los agentes de policía” de todo el país “puedan hacer su trabajo” y “volver a casa cada noche y estar seguros”.
Obama habló del tema con su fiscal general, Loretta Lynch; el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, y el secretario de seguridad nacional, Jeh Johnson, entre otros funcionarios y asesores.
“Tenemos varias herramientas ya, en cuanto a mejores prácticas, formación, recursos y equipos que pueden ayudar a los departamentos de Policía a proteger a sus agentes y asegurar que puedan hacer su trabajo. Pero vamos a tener que hacer más de lo que estamos haciendo”, afirmó el presidente.
Obama aseguró que hay mucha demanda en algunos departamentos de policía del país de más recursos para impartir a sus agentes “formación en seguridad, en disminución de tensiones y en cómo lidiar con casos de individuos que están disparando”, y que algunas áreas tienen incluso escasez de chalecos antibalas.
La reunión forma parte de los esfuerzos de Obama por rebajar las tensiones en el país después del asesinato de cinco policías este mes en Dallas, que siguió a la muerte de dos afroamericanos a manos de agentes de seguridad en Minesota y en Baton Rouge (Luisiana), donde otros tres policías fueron asesinados este domingo.