POR ZACK BUDRYK.—
Una inmigrante indocumentada que vivió encima de una iglesia de Chicago durante más de tres años para evitar ser deportada regresó a la casa de su familia en un suburbio de la ciudad el fin de semana pasado después de que el presidente Biden emitiera una suspensión de 100 días para ciertas deportaciones.
Francesca Lino se refugió en 2017 en un apartamento sobre la Iglesia Metodista Unida Adalberto después de que se emitiera una orden de deportación en su contra, según el Chicago Tribune. Según los informes, Lino, que es de México, había sido uno de un grupo de inmigrantes que el gobierno sabía que era indocumentado, pero bajo la administración de Obama no tomó medidas para deportarlo debido a su falta de antecedentes penales.
Source: The Hill