La actriz Carrie Fisher, quien se volvió mundialmente famosa como la princesa Leia en la cinta original de “Star Wars”, ha muerto. Tenía 60 años.
La hija de Fisher, Billie Lourd emitió un comunicado, a través de su publicista, en el que informó que Fisher murió el martes por la mañana en Los Angeles.
“Con mucha tristeza Billie Lourd confirma que su adorada madre Carrie Fisher falleció a las 8:55 de la mañana”, señala el comunicado enviado por Simon Halls. “Era amada por el mundo y será echada de menos profundamente”.
Fisher había sido hospitalizada desde el viernes cuando sufrió una emergencia médica a bordo de un vuelo con destino a Los Angeles.
Tuvo su debut cinematográfico junto a Warren Beatty en el éxito de 1975 “Shampoo” y también actuó en “Austin Powers”, “The Blues Brothers”, “Los ángeles de Charlie”, “Hannah and Her Sisters”, “Scream 3” y “When Harry Met Sally …”.
Pero su papel más memorable era el de la princesa Leia en “La guerra de las galaxias” de 1977 con sus inconfundible peinado con dos moños y quien pronunciaba la frase “Ayúdame Obi-Wan Kenobi, eres mi única esperanza”. En su papel Fisher era ruda, enérgica y poderosa, incluso si en algún momento estaba encadenada a Jabba el Hutt.
Retomó el papel en el episodio V de la serie “El imperio contraataca” y en el VI “El regreso del Jedi”. En 2015 le dio gusto a los fans con un cameo en “Star Wars: El despertar de la fuerza”, y su imagen animada por computadora aparece en “Rogue One: Una historia de Star Wars” de este año.
Por años luchó contra las adicciones y problemas de salud mental. Dijo que fumó marihuana a los 13 años, usó LSD a los 21 y la diagnosticaron como bipolar a los 24. Fue atendida con terapia eletroconvulsiva y medicamentos.
En 1987 su poco velada autobiografía “Postcards From the Edge” se convirtió en un éxito de ventas. Fue adaptada al cine en 1990 en una película protagonizada por Shirley MacLaine y Meryl Streep, con el título de “Postales desde el filo” en español.
Fisher continuó publicando otros libros: “Delusions of Grandma”, “Surrender the Pink”, “The Best Awful”, “Shockaholic” y este año una nueva autobiografía, “The Princess Diarist”, en la que reveló que ella y su compañero de elenco Harrison Ford tuvieron un romance en el plató de “Star Wars”. Fisher tenía 19 años, Ford 33 y estaba casado.
Siempre dispuesta a verse a sí misma con humor, interpretó a “Carrie Fisher” varias veces como en la oscura parodia de Hollywood de David Cronenberg “Maps to the Stars” y en un episodio de “Sex and the City”. En los últimos 15 años Fisher también tuvo una carrera bastante activa como invitada en televisión, en el programa de Amazon “Catastrophe” como la madre del personaje de Rob Delaney y como una antigua leyenda de la comedia en “30 Rock”.
Su espectáculo en solitario “Wishful Drinking”, que interpretaba por todo Estados Unidos de manera intermitente desde 2006, se convirtió en un libro, llegó a Broadway 2009 y fue grabado para HBO en 2010.
Pocas cosas quedaban fuera de esas presentaciones. Fisher hablaba del escándalo que rodeaba a sus famosos padres, Debbie Reynolds y Eddie Fisher (él se escapó con Elizabeth Taylor); su breve matrimonio con el músico Paul Simon; cuando el padre de su hija la dejó por un hombre y el día que despertó junto al cadáver de un amigo que había tenido una sobredosis en su cama.
“Soy un producto de la endogamia de Hollywood. Cuando dos celebridades se aparean algo como yo es el resultado”, decía en el espectáculo. En algún otro momento se reía: “no tengo un problema tan grande con las drogas como lo tengo con la sobriedad”.
Además de su hija, a Fisher le sobrevive su hermano Todd Fisher, y su madre.
En una entrevista de 2009 con The Associated Press, Fisher no mostró reparos al revelar detalles sobre su inusual vida, ya fuera sobre sus adicciones, su salud mental o sus relaciones fallidas. Tenía la esperanza de quitar el estigma a las enfermedades mentales.
“La gente se siente identificada con aspectos de mi historia y eso es agradable porque no estoy sola con ella”, dijo. “También creo que eres tan enfermo como tus secretos. Si eso es real estoy muy sana”.
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Por SANDY COHEN/AP