La obra de Frida Kahlo y Diego Rivera es conocida alrededor del mundo, pero nunca antes la famosa pareja había protagonizado conjuntamente una exposición en Rusia, como la que se presentó hoy en la sala Manezh, en pleno corazón de Moscú.
“El tema central de esta exposición es mostrar a cada artista como el artista que es. Si bien hay un diálogo, si bien hay una contraposición a veces, es mostrar cómo cada artista desarrolló su arte”, dijo a Efe Adriana Jaramillo, directora de comunicación del museo Dolores Olmedo de México, que acoge la mayor colección de Frida y Diego.
Dos años después del gran éxito de una exposición sobre Frida Kahlo en San Petersburgo, la obra de la famosa pintora mexicana vuelve a Rusia, esta vez acompañada por las creaciones de su marido Diego Rivera bajo el título de “Viva la Vida. Frida Kahlo y Diego Rivera. Pintura y arte gráfico de las colecciones privadas y museos”.
“Es la primera vez que las obras de nuestra colección se presentan aquí en Moscú”, recalca Jaramillo.
“Estamos muy emocionados de que se puedan mostrar en conjunto” agrega, al tiempo que recuerda que hace dos años la antigua capital de los zares acogió por vez primera una muestra dedicada a Frida, donde la gente llegó a hacer largas colas para acceder al recinto de exposiciones pese a temperaturas de “hasta 22 bajo cero”.
La muestra moscovita, organizada por la fundación cultural rusa The Link Of Times y el Museo Fabergé de San Petersburgo, está integrada por más de 90 piezas que hacen un recorrido completo por la vida y la obra de la famosa pareja mexicana.
Solo el museo Dolores Olmedo participa con más de 40 obras de Rivera y su “colección completa” de los trabajos de Frida, compuesta de 26 piezas, a lo que cabe añadir las piezas cedidas por coleccionistas.
En la emblemática sala de exposiciones Manezh, a pocos metros del Kremlin, los icónicos artistas, cuya obra es considerada patrimonio nacional de México, están separados: Diego se exhibe en la parte derecha y Frida, en la izquierda.
Sin embargo, en una de las salas sus destinos se juntan, al igual que lo hacían siempre en la vida real, en la que Frida y Diego se casaron, se separaron y volvieron a casarse al cabo de un tiempo.
Uno de los puntos de reunión es un estand que muestra las cartas de Frida a Diego, escritas entre 1940 y 1953, de la colección de la suiza Anne-Marie Springer.
“Tengo 20 cartas escritas por Frida a su esposo y las he traído todas”, precisó Anne-Marie en una declaración a Efe.
El siguiente punto de mayor atención en la sala es el cuadro “Victoria gloriosa”, donada por Rivera a la URSS, y que se expone por vez primera después de pasar más de 60 años en los almacenes de un museo ruso.
Este cuadro no es el único que el artista regaló al país de los Soviets, donde estuvo en dos ocasiones, indica la comisaria de la exposición, Katarina Lopátkina.
Pues la exposición moscovita cuenta también con otro trabajo de Rivera que el artista regaló a la URSS durante su primera visita en 1927.
En este sentido, Lopátkina subrayó la importancia de la retrospectiva como un espacio, donde el público ruso podrá conocer por vez primera trabajos del muralista mexicano, donde quedan plasmadas sus influencias rusas.
Los organizadores esperan que la exposición, que se prolongará hasta el 12 de marzo, repita el éxito de la muestra de hace dos años, que contó con “más de 300.000 visitantes, el 45 % de ellos mujeres menores de 30 años”.
Y es que Frida, “con su compleja biografía y su coraje artístico” es ahora “una estrella de las estrellas” en el mundo del arte, explica la comisaria de la muestra.
Por otra parte, la mexicana es popular en Rusia y en el resto de los países del globo por la capacidad empática de su obra.
“Me relaciono con ella, si tengo el corazón roto, me relaciono con Frida, si soy feminista, me relaciono con Frida, si amo a los animales, me relaciono con Frida, si sufro de alguna enfermedad, me relaciono con Frida”, resume la portavoz del museo Dolores Olmedo.
Anush Janbabian
(EFEUSA).-