El concejo municipal de Milán confirió la ciudadanía honoraria de la ciudad al Dalai Lama el jueves, pese a las objeciones de la embajada china, que dijo que el gesto tendría un impacto negativo en las relaciones bilaterales y la cooperación regional.
El laureado con el premio Nobel de la paz aceptó el honor en el teatro de la Universidad de Milan-Bicocca ante una audiencia formada mayormente por estudiantes.
“Quiero saber cuál es mi derecho y cuál mi deber”, dijo el Dalai Lama, que provocó risas al decir que prefería derechos a deberes.
En vísperas de su arribo, la embajada china en Roma emitió una declaración en la que dijo que honrar al Dalai Lama “ha herido gravemente los sentimientos del pueblo chino” y expresó su “enérgica protesta y firme oposición”.
En las afueras del teatro, varias decenas de residentes chinos expresaron su descontento con el honor, diciendo que era una bofetada a sus contribuciones a la economía italiana. Los manifestantes ondeaban banderas chinas e italianas y y llevaban carteles que proclamaban la soberanía sobre Tibet.
Las tensiones aumentaron cuando un grupo de manifestantes tibetanos se acercaron al contingente chino, pero la policía mantuvo separados a los dos grupos sin incidentes, dijo la agencia noticiosa ANSA.
China acusa al Dalai Lama de liderar una campaña the Dalai Lama para separar el Tibet de China. El líder espiritual budista dice que simplemente quiere que Tibet tenga un grado mayor de autonomía bajo Beijing.
Italia ha sido el país favorito en Europa para firmas chinas que buscan adquisiciones. El año pasado, empresas chinas compraron 14 compañías italianas por un total de 10.600 millones de dólares, de acuerdo con KPMG, incluyendo la adquisición del fabricante de neumáticos Pirelli por 7.700 millones.
China además ha invertido miles de millones en operadores de la red de electricidad, fabricantes de autos, firmas de telecomunicaciones y marcas de lujo en Italia en años recientes.