Los Medias Rojas aguardan en Boston con su nuevo trofeo, el cuarto de la Serie Mundial en 15 años, para celebrar este miércoles con su público durante un desfile multitudinario.
El título se definió la noche del domingo en Los Ángeles con una victoria de los visitantes sobre los Dodgers por 1-5 en el quinto partido de la Serie Mundial.
El propietario principal John Henry, quien también es dueño del club de fútbol Liverpool, estructuró la plantilla con una inversión de 230 millones de dólares la más cara de las Grandes Ligas.
“Este es el mejor equipo de los Medias Rojas de todos los tiempos”, proclamó Henry antes de elevar el trofeo de campeón en el Dodger Stadium.
Los números de la temporada parecen ratificarlo.
A pesar de comenzar la temporada con una derrota, enlazaron 17 victorias. Al final, ganaron 119 partidos y perdieron 57, con lo que superaron su mejor marca de temporada, que estaba en 108 triunfos.
Al título llegaron tras ganar cuatro partidos y perder apenas uno.
Los flamantes campeones ganaron 11 de los 14 partidos de la liguilla y entre sus víctimas se cuentan los Yanquis de Nueva York y los Astros de Houston, dos equipos con 100 o más victorias en la temporada regular, así como los Dodgers.
Los Medias Rojas pasaron 141 de 186 días en lo más alto de la clasificación y nunca estuvieron a más de dos juegos del primer lugar.
Ningún otro equipo ha ganado más veces el ‘Clásico de Otoño’ en las últimas quince temporadas que el Boston con sus cuatro títulos.
En la plantilla se exhibieron jugadores de la cantera Mookie Betts, el arubeño Xander Bogaerts, Andrew Benintendi y Jackie Bradley Jr.
Con Dave Dombrowski, como presidente del departamento de operaciones, se concretaron fichajes tan sorprendentes como exitosos.
Fichó al toletero de origen cubano J.D. Martínez y enhebró una serie de fantásticas incorporaciones a partir de trueques y la incorporación de agentes libres.
Pero, quizá su más importante acción fue haber creído en el manejador puertorriqueño Alex Cora, de apenas 43 años, un novato que no defraudó y se tornó el primer manejador boricua que gana como piloto la Serie Mundial, y el segundo latinoamericano en la historia de las Grandes Ligas.
Pero antes había llegado la gran contratación de Dombrowski cuando apostó por el joven como el nuevo manejador después que había triunfado como entrenador de la banca de los Astros, campeones de la Serie Mundial del 2017.
Ganar la serie “fue la meta desde el día 1”, declaró Cora, quien ya había dado muestras de su calidad como entrenador de la banca de los Astros, y desde su llegada a los Medias Rojas construyó una relación indivisible con sus jugadores.
“Han sido muy consistentes. No hay egos. Juegan al béisbol de la forma correcta. Se merecen lo que lograron. Esto es algo fantástico. Es muy gratificante ser parte de algo así”, puntualizó.
Sonia Salazar