Los estadounidenses apoyan mayores controles sobre la posesión de armas por un margen que ha crecido tras los incidentes recientes, pero también se encuentran pesimistas de que habrá progresos en el corto plazo, revela una encuesta Associated Press-GfK.
Casi dos terceras partes de los encuestados se declararon a favor de mayores restricciones, incluso la prohibición contra la venta de fusiles de asalto semiautomáticos como el AR-15 o de cargadores de alta potencia que contengan 10 o más balas.
El porcentaje de estadounidenses que apoyan leyes de control de armas es el más alto desde que esa encuesta se comenzó a realizar en el 2013.
Las balaceras recientes también están afectando el sentido de seguridad de los norteamericanos. Una fuerte mayoría expresó temores de que ellos o algún familiar serán víctimas de un incidente armado.