El huracán María que el pasado septiembre arrasó Puerto Rico provocó unas pérdidas para la agricultura y ganadería de más de 2.000 millones de dólares, cerca de 5.000 vacas muertas y sectores como el del plátano y café que tardarán años en recuperarse.
El secretario del Departamento de Agricultura de Puerto Rico, Carlos Flores, dijo hoy a Efe que los daños fueron enormes, ya que si bien María significó, por su devastación, un antes y un después para la isla solo dos semanas antes los efectos de huracán Irma ya supusieron un duro golpe para agricultores y ganaderos.
“Solo Irma causó daños al sector cercanos a los 45 millones de dólares, a los que hay que sumar otros 200 en María”, indicó el funcionario, tras recordar que esas cifras se limitan a destrucción de cosechas y muerte de animales, ya que hay que sumar otros 1.800 millones de dólares adicionales en infraestructuras de todo tipo en plantaciones e instalaciones para ganado.
“Ranchos, cercas, almacenes, neveras, todo fue destruido por los huracanes”, dijo Flores, para quien ahora comienza una etapa de distribución de ayuda gracias a los fondos federales que llegarán desde la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema) y, principalmente, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Flores indicó que hay varios programas de ayuda federales de los que se pueden beneficiar los agricultores y ganaderos de la isla caribeña.
El secretario de Agricultura subrayó que ahora lo importante es que los empresarios agropecuarios soliciten las ayudas federales, para lo que indicó que contarán con la ayuda de su agencia.
Ya se concedieron 12 millones de dólares en ayudas para alimentos para el sector ganadero y 8 millones para limpieza de caminos, aunque se espera que lleguen muchos más para infraestructuras, la parte más devastada por los huracanes.
Una de las personas que con más detalle conoce el calado de los daños provocados por los huracanes es el presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, Héctor Cordero, quien señaló hoy a Efe que la destrucción del campo y ganado de la isla por el huracán fue total, por lo que ahora mismo solo hay capacidad para producir entre un 3 y un 5 % de los alimentos que necesita la población.
“Regresar al 15 % de la producción de alimentos que teníamos antes tardará 5 años”, dijo Cordero, tras lamentar la falta de liquidez del Gobierno provocada, entre otros motivos, por la ausencia casi total de recaudación de impuestos durante los 2 últimos meses, lo que hace difícil la llegada de ayudas estatales.
“Trabajamos con lo que tenemos”, resaltó el presidente del sector agropecuario, tras advertir de que muchos ganaderos y agricultores “han colgado los guantes” ante la dificultad de retomar su actividad y un panorama muy cuesta arriba condicionado, sin duda, por la falta de electricidad que sufren muchas fincas repartidas por toda la isla.
Cordero no dio una cifra de agricultores y ganaderos que ha abandonado su actividad, pero subrayó que se trata de muchas personas, víctimas de que todavía más de 2 meses después solo se ha recuperado poco más del 60 % de la generación de electricidad.
En cuanto a las grandes cifras, Cordero indicó que si se atiene a los datos facilitados por el Departamento de Agricultura de Puerto Rico los daños superan los 2.000 millones de dólares.
“Hay algunos sectores que, incluso, podrían desaparecer como el del pollo ‘parrillero'”, indicó, después de recordar que un 60 % de esos animales murieron por los efectos del huracán y el resto fueron sacrificados.
Otro gran damnificado fue el sector ganadero, que dijo perdió cerca de 5.000 “cabezas” de vacuno lechero.
El ganado porcino, detalló, se vio mucho menos afectado debido a que se trata de animales que permanecen en lugares cercados, lo que permitió que murieran en mucho menor número.
Cordero insistió en la necesidad de recuperar el servicio eléctrico, algo que le afecta a él mismo como ganadero, que dijo ha tenido que recurrir a plantas de diesel para mantener la actividad, con el consiguiente incremento de costes operacionales.
Las plantaciones de plátanos, bananos o café, todos cultivos importantes para el sector en la isla, quedaron arrasadas y tardarán mucho tiempo en recuperarse, un mínimo de un año para que se pueda recoger algún fruto en el caso de los plátanos y 4 años para el café.