La ventaja de 2-0 en las Finales de la NBA no ha afectado a los Warriors de Golden State su mentalidad ganadora y de hacer cada vez mejor las cosas cuando el miércoles salten al Quicken Loans Arena de Cleveland para disputar el tercer partido frente al equipo local de los Cavaliers.
Al concluir los dos primeros partidos, que los Warriors ganaron de manera amplia, el comentario que primó entre todos los jugadores del equipo de Golden State fue que “debían hacer mejor las cosas en el campo” y que el tener 2-0 de ventaja no significaba nada.
Inclusive algunos como el escolta Klay Thompson, que recuperó su mejor toque de muñeca, admitió que de no haber tenido 20 perdidas de balón podrían haber llegado inclusive a la anotación de 150 puntos.
Pero los Warriors, aunque están listos y preparados para seguir por el camino de batir todo tipo de marcas en la competición de las Finales, su gran objetivo es no protagonizar el colapso histórico que sufrieron el año pasado cuando después de tener también una ventaja de 3-1 ante los Cavaliers, se quedaron sin el título.
Ante esa realidad dentro de la plantilla de los Warriors y del entrenador Steve Kerr existe el convencimiento que pueden arrollar a cualquier equipo, batir marcas, pero lo más importante es seguir por el camino ganador e invictos (14-0) en lo que va de playoffs.
Su gran confianza y convencimiento es la presencia del alero Kevin Durant, la gran adquisición durante el descanso del verano, que llegó para ocupar el puesto de Harrison Barnes, traspasado a los Mavericks de Dallas.
Pero además que el base estrella Stephen Curry se encuentra en plenitud de forma y sin ningún problema físico, que fue lo que sucedió el año pasado cuando se vino abajo en los últimos partidos.
Por si eso no fuese suficiente, el ala-pívot Draymond Green, ha madurado en su control de los impulsos, no ha caído en ninguna provocación por parte de los Cavaliers, y la llegada del pívot georgiano Zaza Pachulia los ha convertido en un equipo con una gran defensa.
De ahí, que los Warriors hacen mejor baloncesto, mucho más espectacular y tienen todo tipo de opciones a la hora de conseguir la victoria.
“Como equipo sí creo eso”, indicó Thompson al concluir el primer entrenamiento en Cleveland. “Pienso que estamos moviendo muy bien el balón, estamos disparando a un buen ritmo y nuestra defensa ha estado increíble”.
Los Cavaliers son conscientes de esa realidad y en la llegada a su campo deben encontrar la forma de ver como pueden contrarrestar todo ese potencial de juego de los Warriors.
El año pasado lo hicieron cuando llegaron al Quicken Loans Arena y tras perder los primeros dos partidos por un total combinado de 48 puntos, en el tercer resurgieron con paliza de 120-90 a Golden State, lo que puso en marcha la remontada.
“Aquello fue el año pasado, y no recuerdo siquiera cómo nos sentíamos”, comentó el alero estrella de los Cavaliers, LeBron James. “Así que trato de fortalecer la mente, de tenerla lista y concentrada en lo que depare el partido de mañana. Estoy ansioso de que llegue”.
Los Warriors perdieron 20 balones durante el segundo compromiso, pero lograron que dicha estadística resultara irrelevante al imponer un récord de la final, con 18 triples, para imponerse por 132-113.
Fue la segunda vez en la fase final que Golden State ha perdido al menos una veintena de balones. Pero en esos dos partidos, el ataque consiguió al menos 120 puntos.
Los números dejaron a los Warriors con promedios de 119 puntos por partido, y una marca de 16,9 de diferencia en los marcadores ganadores, que han ido en progresión.
Durante los últimos cinco partidos, Golden State ha anotado 126 puntos como mínimo y logrado un 52 por ciento de acierto en los tiros de campo, toda una máquina de hacer puntos.
En 2016, los Warriors impusieron una marca de la NBA, con 73 victorias en la campaña regular. Ahora, pueden hacer historia de nuevo si barren a los Cavaliers.
Serían el primer equipo invicto durante toda la fase final, algo que dejaría consolidado la vuelta al fenómeno de la concentración de todo el poder en una sola franquicia.
Pero los Warriors no quieren hacer ningún tipo de consideración en ese sentido, ni tampoco les interesan las marcas, lo que buscan es asegurar lo que sería su segundo título de liga en los últimos tres años.
“El tercer partido ha sido difícil para nosotros históricamente, sobre todo en esta arena y por lo tanto hay que dar todo nuestro esfuerzo en el campo”, subrayó Curry que se enfrenta a los Cavaliers en las Finales por tercer año consecutivo y en todos con ventaja de campo. “No hay nada definido”.