Los líderes genuinos no obstaculizan a los demás, no apagan la luz de otros para resplandecer, ni subestiman, ningunean, excluyen o ignoran otros talentos.
Lamentablemente, en este mundo, a menudo encontramos personas que ocupan puestos de liderazgo formal y no hacen un uso adecuado de su autoridad. Esto genera divisiones y dolor. Sin embargo, también existen algunos ejemplos excepcionales de los cuales podemos aprender e imitar, ya que son líderes auténticos que demuestran resultados reales que mejoran nuestras vidas.
Algunos líderes, en lugar de ser modelos a seguir, generan cólera, frustración e impotencia al continuar excluyendo de manera cínica a los talentos que están en su propio entorno: en su casa, en su país, en su propia empresa.
Definitivamente, es importante reconocer y aplaudir el éxito ajeno, siempre y cuando cumpla con dos requisitos fundamentales:
- Exista un trabajo y talento propio, sin depender de figurar constantemente en rankings, paneles o escenarios, sin hacer el mínimo esfuerzo.
- No se logre crecer copiando a otros o criticándolos. Esa actitud representa una “competencia” tóxica. No todo vale, y no es correcto menospreciar a los demás para crecer. Eso se llama envidia disfrazada o mediocridad, ya que tienes que utilizar la brillantez de los demás para sobresalir sobre la negatividad que les diriges.
Dejemos de subestimar a los demás y comencemos a ganar de manera justa.
¿Qué opinas? Me gusta leer las opiniones de mis lectores y aprender de ellos.
Gracias por leer.
*Dr. Roch, tiene 30 años de experiencia como Doctor en Conducta Humana, asesor y conferencista internacional en Ventas, Liderazgo, Team Building, Innovación, Creatividad
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