Compañeros republicanos del congresista George Santos, recién designado como miembro de la Cámara de Representantes, han aumentado en los últimos días la presión pidiéndole abiertamente que dimita por la cascada de mentiras que vertió en la campaña electoral.
Santos ha exagerado o directamente metido sobre su currículum tanto profesional como personal, con una falsa herencia judía vinculada al Holocausto y una madre que supuestamente había fallecido en los atentados del 11 de septiembre de 2001, entre otras mentiras que han salido a la luz.
Los republicanos que representan en distintos ámbitos al condado neoyorquino de Nassau, entre ellos el congresista Anthony D’Esposito, pidieron el miércoles a Santos que dimita y en los últimos días la lista se ha ido ampliando. Sólo en el Capitolio hay ya seis compañeros que le reclaman que se vaya.
El último en hacerlo ha sido Max Miller, el jueves, que ha apelado a “los máximos niveles de honestidad y fiabilidad” que se le presuponen a un congresista. “No está bien inventar o mentir por intereses políticos”, ha afirmado en un comunicado recogido por el portal ‘Cleveland.com’.
Santos, sin embargo, ha hecho caso omiso a las voces críticas de varios de sus compañeros, alegando que fue elegido para servir a los ciudadanos, “no al partido ni a los políticos”.
Cuenta con el aval velado del flamante presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que ha pasado de puntillas por la que es una de sus primeras polémicas. “Los votantes de su distrito le eligieron. Ha tomado posesión y forma parte de la conferencia republicana”, esgrimió el jueves ante los medios.
