Bayahíbe, R. D. – La madrugada del pasado domingo, gracias a una labor conjunta del Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos, el Acuario Nacional y la Fundación de Estudios Marinos (FUNDEMAR), los mamíferos fueron trasladados a un ambiente controlado en Bayahibe.
Mientras logran su adaptación definitiva, vivirán en 600 metros cuadrados de superficie, en donde serán supervisados hasta que logren su independencia.
Esta operación procura la preservación de los Trichechus manatus (manatíes antillanos), especie que se encuentra en peligro de extinción.
PD: La adaptación de los manatíes también depende de cómo nos comportemos al estar cerca de ellos ¡Cuídalos!
Bayahíbe. – Luego de un arduo proceso de preparación de más de tres meses y un delicado traslado que inició en horas de la madrugada de este domingo, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales reintrodujo con éxito a su hábitat natural a los manatíes Juanita, Pepe y Lupita que llevaban varios años en el Acuario Nacional.
Esta iniciativa inició con un cambio de rutina en la alimentación de los manatíes, estudios médicos y concluyó con más de tres horas de traslado y colocación en la costa en un ambiente controlado hasta que logren su adaptación a este nuevo ambiente.
Orlando Jorge Mera, ministro de Medio Ambiente, resaltó que introducir estos mamíferos acuáticos en Bayahíbe es un hecho histórico porque es la primera vez que las autoridades medioambientales del país asumen una decisión de esta envergadura que procura la preservación de los manatíes antillanos (Trichechus manatus), especie antillano que se encuentran en peligro crítico de extinción.
Riguroso traslado
Los mamíferos fueron transportados desde el Acuario Nacional bajo un riguroso protocolo de seguridad para reducir el estrés que les provoca el movimiento de los vehículos.
En el traslado de los manatíes participó un equipo multidisciplinario compuesto por 9 veterinarios, 3 biólogos y varios técnicos cuidadores, quienes estuvieron al pendiente de todo el proceso. Adicional se dispuso el acompañamiento de un especialista en cardiología animal y una dermatóloga.
Además, en este proceso se contó con la vigilancia de dos unidades del Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA) que sirvieron de avanzada a los camiones utilizados para el traslado.
Cuidado permanente
Como se trata de un proceso complejo que pudiera conllevar riesgos, de ahora en adelante los manatíes estarán en un ambiente controlado en Bayahíbe hasta que logren su adaptación definitiva, proceso que se estima durará varios meses porque han permanecido más de la mitad de sus vidas en estanques del Acuario Nacional.
Para asegurar que los manatíes se acostumbren a estar en un ambiente distinto al Acuario, fue colocado un cerco en el mar que permitirá el monitoreo por técnicos, veterinarios y buzos las 24 horas del día, además de que se les colocará comida hasta que aprendan nueva vez a vivir sin depender de los humanos.
En la reintroducción a su hábitat natural Juanita, Pepe y Lupita estarán rodeados por un cerco colocado en el mar con 600 metros cuadrados de superficie y alrededor de tres metros de profundidad hasta que aprendan nueva vez a vivir sin depender de los humanos.
Labor compartida
Los trabajos de reintroducir a Junita, Pepe y Lupita a su hábitat natural estuvieron a cargo del Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos que dirige, José Ramón Reyes, quien coordinó con el personal del Acuario Nacional y la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar).
Además, esta iniciativa fue posible gracias a la colaboración del Banco de Reservas, Fundación Propagas, Santroni, Grupo Inicia, Sur Futuro, Cervecería Nacional Dominicana, AM resorts, Playa Grande Golf & Ocean Club, Mercasid, Fundación Brugal, Central Romana, Dolfhin Explorer, Escuba Caribe, Dressel Divers y Eco Petróleo, empresas que de una u otra forma aportaron para las labores de adaptación de los manatíes y el retorno al mar.
Historia de los manatíes
Juanita fue rescatada en agosto del año 2012, con tan sólo tres meses de edad, luego de que un pescador le causara más de 10 heridas en diversas partes de su cuerpo en agua de Bayahíbe. Mientras que Pepe fue recuperado en ese mismo año cerca de la orilla del río Haina, provincia San Cristóbal, deshidratado y con varias heridas.
Seis años después en 2018, siendo muy pequeña Lupita fue salvada al presentar una herida muy fuerte en el lateral izquierdo el municipio de Luperón, provincia de Puerto Plata. Los tres fueron rehabilitados en el Acuario Nacional.