Los floridanos votan hoy en las elecciones intermedias que más interés han despertado en las últimas décadas, marcadas por una alta participación en la votación adelantada y con la atención puesta en la gobernación, que puede volver a manos del Partido Demócrata por primera vez desde 1999.
Alrededor de un 38 % de los más de 13,2 millones de ciudadanos registrados para votar en este estado ya han sufragado por correo o por adelantado, y los partidos mayoritarios esperan que la participación también sea récord en la jornada electoral de hoy.
La jornada electoral transcurre con total normalidad y con notable afluencia de votantes en un estado que por ser uno de los llamados “pendulares”, los que cambian de patrón de voto en cada elección, es siempre visto con atención.
Hasta las 8 pm, cuando cierren los centros de votación del noroeste del estado, que tienen un huso horario distinto, no se darán a conocer las primeras proyecciones de voto y después vendrán los primeros resultados oficiales.
Los dos candidatos a gobernador, el demócrata Andrew Gillum y el republicano Ron DeSantis, que cerraron sus campañas el lunes por la noche, llamaron hoy a los electores a votar.
“No crean en las encuestas y salgan a votar”, señaló hoy en una entrevista televisiva Gillum, quien, según los últimos sondeos, aventaja por hasta 7 puntos a DeSantis.
El republicano, por su parte, escribió hoy en sus redes sociales: “Terminemos lo que hemos venido a hacer aquí. Vaya a votar y asegure el futuro de Florida”.
Gillum, nacido en Miami hace 39 años y primer afroamericano en aspirar a la gobernación de Florida, esperará el resultado de las elecciones en la ciudad de la que es alcalde, Tallahassee, la capital del estado, mientras que DeSantis, abogado, excongresista y exfiscal en la prisión de Guantánamo, nacido en Jacksonville hace 40 años, lo hará en Orlando.
Los dos candidatos a gobernador representan polos opuestos en estas elecciones y han estado empatados a lo largo de la campaña hasta que en la recta final Gillum empezó a adelantarse.
En las elecciones intermedias de 2014 el republicano Rick Scott se hizo con la gobernación por poco más de 60.000 votos, igualdad que se ha repetido en las elecciones en Florida de los últimos comicios.
Gillum es respaldado por el expresidente Barack Obama y es afín a las posiciones del senador izquierdista Bernie Sanders, mientras que su rival cuenta con el apoyo del presidente Donald Trump y sigue su línea política sin apartarse un milímetro.
Por detrás del puesto de gobernador, el más importante en juego en estas elecciones en Florida es el del veterano senador demócrata Bill Nelson, que busca un cuarto mandato, y se enfrenta al actual gobernador de Florida, Rick Scott, también respaldado por Trump.
Las encuestas le dan una ligera ventaja a Nelson, pero es una contienda reñida como la mayoría de las de Florida.
Scott dijo hoy a los votantes en una entrevista con el canal Fox que si quieren menos impuestos le voten a él y si quieren que “vaya más dinero a Washington” escojan a Nelson, quien “no ha hecho nada” en su larga carrera de senador y “lo único que quiere es quedarse allí (en el Senado) para siempre”.
De acuerdo con el diario Tampa Bay, el empresario republicano ha gastado unos 150 millones de dólares de su fortuna personal en esta campaña y las dos anteriores (gobernación y reelección), un récord difícil de igualar.
Por su parte, Nelson instó a los floridanos a salir de votar porque el “futuro está en sus manos”, pero solo si el electorado hace oír su voz a través del sufragio.
Los candidatos a los 27 puestos que le corresponden a Florida en la Cámara de Representantes de Washington muestran una variedad de orígenes tan amplia como la de los habitantes de este estado.
Además de los cubano-estadounidenses como Carlos Curbelo y Mario Díaz Balart, que buscan la reelección, y María Elvira Salazar, que aspira al escaño que deja la veterana Eliana Ros-Lehtinen, primera mujer hispana en llegar al Congreso de EE.UU., están, entre otros, Debbie Mucarsel Powell, de origen ecuatoriano, y el puertorriqueño Darren Soto, que aspira a repetir mandato.
Los floridanos votan hoy también doce enmiendas constitucionales y normas locales y estatales sobre variados temas, entre ellos devolver el derecho a votar a personas que cumplieron condenas y cambiar las leyes para autorizar que se construya en terrenos públicos de Miami un estadio para un equipo de fútbol dirigido por el inglés David Beckham.