El demócrata Jon Ossoff aventaja también mínimamente a su rival republicano David Perdue
El Partido Demócrata habría obtenido ya uno de los dos escaños que se disputaban este martes en la segunda vuelta de las elecciones en el estado de Georgia, con el apretado triunfo de uno de sus candidatos, el reverendo Raphael Warnock, que según estimaciones de los medios estadounidenses, habría obtenido el 50,5 por ciento de los votos frente a su rival republicana Kelly Loeffler.
La carrera para alcanzar los últimos dos asientos por el estado de Georgia en el Senado de Estados Unidos está siendo tan reñida como se esperaba, con el 98 por ciento de los votos escrutados, todavía queda por saber si será el republicano David Perdue quien revalide su lugar en la cámara o si bien el demócrata Jon Ossoff ocupará un puesto que se antoja crucial para la próxima Administración de Joe Biden.
Por su parte, Ossoff ha estado recortando hasta el momento las exiguas distancias que le han venido separando de Perdue hasta ponerse por delante con el 50,1 por ciento de los votos, obteniendo apenas 9.500 votos más que su rival.
El secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, ha celebrado la “tremenda participación” de este martes, la cual podría alcanzar, ha dicho, a cerca de 4,6 millones de electores.
“Somos un estado muy competitivo. Tendremos que esperar y ver cómo acaba todo esto”, ha dicho Raffensperger, quien no ha querido especular acerca del sino de los votos que todavía no se han contabilizado, entre las cuales hay 17.000 que proceden del extranjero y de las delegaciones militares en el exterior, cuyos resultados no se conocerán hasta el viernes.
El resultado de estas elecciones resulta fundamental para el porvenir de la próxima Administración de Joe Biden, pues los demócratas necesitan estos dos últimos escaños para controlar el Senado, como ya hacen con la Cámara de Representantes.
En caso de que los demócratas se impongan en Georgia, conseguirían 50 senadores, los mismos que los republicanos, aunque dispondrían del voto de desempate en futuros debates legislativos de la que será presidenta del Senado y vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
“Va a ser una noche larga”, ha dicho el responsable del sistema de votación de Georgia, Gabriel Sterling, quien ha vaticinado una jornada con constantes subidas y bajadas para ambos partidos.
Sterling ha explicado que gran parte de los votos que todavía no se han contabilizado se encuentran en los condados metropolitanos de Atlanta, cuyos resultados favorecerían a los demócratas, así como otras papeletas en los territorios conservadores más pequeños del estado.
Es el caso del condado de Gwinnett, un suburbio de Atlanta, cuyas autoridades han anunciado, informa la cadena CNN, que continuarán con el recuento el miércoles por la mañana, con cerca de 5.000 votos todavía por contar. Al igual que el condado de Fulton, con otras 4.000 papeletas pendientes.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien durante el fin de semana celebró un multitudinario mitin en la ciudad de Dalton, en el noroeste de Georgia, para avivar el voto republicano, ha vuelto a deslizar una vez más acusaciones de fraude electoral en sus redes sociales.
“Parece que están organizando un gran ‘volcado de votantes’ contra los candidatos republicanos. ¿Esperando para ver cuántos votos necesitan?”, se ha preguntado el todavía jefe de la Casa Blanca en su cuenta de Twitter.
Esta segunda vuelta se está realizando después de que los mismos contendientes no lograran obtener el 50 por ciento de los votos necesarios para ganar las elecciones del 3 noviembre, después de que unos cinco millones de electores, de los 7,2 millones habilitados en el estado, acudieran en aquella ocasión a las urnas.