Los carteles mexicanos controlan completamente el mercado de la heroína de Estados Unidos, al que abastecen con producción propia tras sustituir a las redes colombianas, mientras que la heroína de procedencia afgana tiene como destino Canadá, según el experto estadounidense David Murray.
Murray, director del Centro de Investigación de Políticas frente al Abuso de Drogas del Hudson Institute, relató la eficacia en el control del mercado de las mafias en disputa por los territorios de Norteamérica, aunque lamentó que su propio país es ya productor con la legalización de la marihuana para fines recreativos.
En entrevista con Efe con motivo de su visita a España para ofrecer varias conferencias en centros universitarios y comparecer en comisión parlamentaria, Murray aseguró que esa conclusión se desprende del tipo de alcaloide, los procedimientos de fabricación y las rutas de abastecimiento.
El experto de este centro de pensamiento estadounidense, contrario a la legalización del uso de la marihuana, considera que los mejores elementos para prevenir el uso de drogas entre los jóvenes son el ejemplo familiar y los valores.
Subraya como el estado de Utah es el lugar de menor consumo de drogas de su país, con diferencia, lo que atribuye al predominio del credo mormón, pero también señala que entre los asiáticos es un tercio menor el empleo de las drogas, lo que también atribuye a valores como la familia, los principios o al cuidado de los hijos.
Aunque reconoce que no hay una fórmula que impida que los jóvenes se inicien en las drogas, dice que lo fundamental es tratar de evitar que den el primer paso y luego atajar la frecuencia en su uso.
Reconoce que la gravedad del problema es tan grande en su país que además de las dificultades para contratar conductores de vehículos en estados como Colorado, las Fuerzas Armadas cada vez tienen más problemas en reclutar personal que supere los test.
Al problema del abuso de las sustancias estupefacientes legales e ilegales tradicionales se suman los nuevos compuestos elaborados con productos químicos cada vez más difíciles de trazar y localizar, destaca este experto que ha ocupado diferentes cargos en la lucha contra las drogas.
En su opinión, la legalización del mercado de la marihuana en California o Canadá contribuirá a aumentar los efectos en la iniciación de los jóvenes en el consumo de drogas.
Advirtió de que “estamos presenciando una tragedia”, cuyos catastróficos resultados -opina- se verán en una generación.
Para este estudioso, casos como el de Cuba o Nicaragua, donde el abuso de las drogas ha tenido una menor incidencia, es explicable por la eficacia de sus regímenes en impedir fuerzas emergentes que puedan amenazar su poder.
E insiste en que la guerra contra las drogas como la llevada a cabo en Colombia hace evidente que el primer factor para que tengan éxito es la seguridad de las poblaciones.
Explicó que ese ha sido uno de los factores que ha contribuido al auge de grupos revolucionarios e insurgentes en diferentes países, que en un clima de inseguridad han espoleado el cultivo de adormideras y la proliferación de laboratorios.
Admite, eso si, que los diferentes departamentos de su país, incluido el de Defensa, eludieron en Afganistán sus responsabilidades en la lucha contra el cultivo de la amapola de la que se extrae el opio para producir la heroína.
Ahora su país está inmerso en la epidemia de los opiáceos adquiridos legal e ilícitamente hasta causar un problema de salud pública de grandes proporciones, y pretende alertar de los problemas sociales desatados y la manera de conjurarlo.
Alfonso Bauluz
