Wednesday, December 25, 2024
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López Obrador-Slim: un explosivo choque de personalidades e intereses

El tándem “sui géneris” que forman el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, y el multimillonario Carlos Slim representa un explosivo choque de personalidades e intereses por el carácter de ambos y sus diferencias ideológicas.

Uno es un político austero que tiene como bandera la lucha contra la corrupción y que pide a sus colaboradores que vivan y trabajen en la “sana medianía”, frase que acuñó Benito Juárez, presidente de México de 1858 a 1872, y considerado uno de sus referentes.

El otro es un magnate, el hombre más rico de México y el séptimo del mundo, según la lista de Forbes, que de manera meticulosa estudia a fondo sus inversiones y que vive con austeridad, alejado lo mas posible de la atención pública y mediática.

A pesar de las marcadas diferencias ambos se respetan y saben que pueden trabajar juntos. Lo han hecho anteriormente y aunque su relación, que se inició en 2001, ha estado marcada por ciertas coincidencias, tampoco han faltado los desencuentros y duelos verbales.

El más sonado ocurrió hace unos meses sus divergencias en torno a la necesidad o no de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Durante su campaña electoral, López Obrador declaró en varias ocasiones que, de ganar las elecciones el 1 de julio, cancelaría el proyecto por estimar que se trataba de “una obra faraónica costosísima” que compromete el dinero público.

El nerviosismo de los inversionistas fue evidente, aunque posteriormente López Obrador matizó e indicó que revisaría los contratos para confirmar si había irregularidades y casos de corrupción.

En una inusual intervención pública, Slim convocó en abril pasado una conferencia de prensa para respaldar el proyecto y enfrentarse al político izquierdista.

El magnate aseguró que el nuevo aeropuerto era “un detonador de desarrollo para el país” por lo que frenar su construcción sería suspender el crecimiento del país.

López Obrador respondió que respetaba la opinión de Slim, aunque no la compartía: “Está en su derecho, porque es parte de las empresas que están construyendo el aeropuerto, él es contratista, si es como dice un buen negocio que lo haga con su dinero”.

La frase resultó un duro golpe para Slim, quien a pesar del encontronazo felicitó a López Obrador tras su triunfo en las urnas.

Apenas el pasado lunes ambos se reencontraron en Ciudad de México en una reunión con agrupaciones de ingenieros.

Slim, de 78 años e ingeniero de profesión, fue el blanco de los elogios de López Obrador.

“Con su imaginación, con su esfuerzo, con su talento, es un ejemplo en México y en el mundo por ser uno de los empresarios más exitosos”, dijo el político del empresario, en una especie de “reconciliación” que sellaron con un apretón de manos y un abrazo.

“Creo que no hay ninguna reconciliación porque nunca ha habido un problema entre ellos, ha sido una relación muy correcta y muy válida, simplemente se encontraron, y ya lo dijo López Obrador, cada quien tiene su campo de acción”, señaló Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes.

La relación entre ambos se consolidó cuando López Obrador ejerció el cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México de 2000 a 2005 e invitó a Slim a invertir en la céntrica avenida Reforma, aunque el multimillonario optó por hacerlo en el Centro Histórico, que estaba abandonado y en franca decadencia.

La mano y la inversión del empresario quedó de manifiesto al rescatar y revitalizar el centro de la capital, que comprende un buena cantidad de puntos turísticos además de ser una importante zona de comercio y restaurantes.

Otros puntos de inversión de Slim en la capital mexicana fueron la Plaza Mariana, un espacio comercial aledaño a la Basílica de Guadalupe en 2003 y la Plaza Juárez, que supuso el cambio de sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE, Cancillería) en 2006.

Junto al éxito mutuo de la revitalización del Centro Histórico también hubo desencuentros como cuando el nombre del magnate apareció en unos de los libros de López Obrador titulado “La mafia que se adueñó de México…y del 2012” (2010), en el que el político, de 64 años, acusó a una “supuesta mafia del poder” que integraban políticos y empresarios mexicanos, entre ellos Slim.

Aunque por caminos distintos, López Obrador y Slim, esperan que en la futura Administración sean más las coincidencias que las diferencias entre ambos, lo que beneficiaría a México porque en el fondo y, a pesar de sus diferencias ideológicas, son conscientes de que ambos se necesitan.

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