Los precios al consumidor experimentaron un leve aumento en febrero en Estados Unidos, impulsados por los de ropa y viviendas, aunque bajaron los de vehículos y la gasolina.
El crecimiento fue de 0,1%, comparado con 0,6% en enero, informó el miércoles el Departamento del Trabajo.
La noticia se dio a conocer poco antes de que la Reserva Federal aumentara su tasa de interés referencial a corto plazo por segunda vez en tres meses. El banco central estadounidense había mantenido suprimidas las tasas desde la crisis financiera del 2008 debido a que la inflación no alcanzaba la meta fijada de 2% anual.
Pero el alza de los precios de los combustibles, junto con los mayores costos de atención médica y vivienda, ha llevado la inflación por encima de la meta. Algunos economistas vaticinan que la inflación se agravará este año por la creación de empleos y la baja tasa de desempleo, de 4,7%.
“El mejor panorama económico, en particular la robustez del mercado laboral, estimulará la inflación en todo el 2017”, vaticinó Gus Faucher, economista del PNC Financial Services.
Los precios al consumidor han aumentado en 2,7% el año pasado. Si se descartan los de alimentos y combustibles, que son más volátiles, los precios aumentaron en 2,2%.
Pero en algunos rubros, el porcentaje es aún mayor: los precios de las viviendas han aumentado 3,5%; los de servicios médicos 3,4%.
Los precios de la gasolina aumentaron 7,8% en enero, un factor importante en el cuadro inflacionario registrado ese mes. En febrero los precios de la gasolina bajaron 3% aunque el total para el año asciende a 30,7% por encima del año previo.
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Por JOSH BOAK