Por: Roger Rivero |
He probado casi todos los modelos de Subaru, pero nunca un sedán. Esta semana la he pasado con uno de sus dos únicos autos en esta categoría, el Legacy. Como cualquier otro modelo del fabricante japonés, hay particularidades que distinguen al Legacy de sus competidores. El uso de un motor “bóxer” con los pistones horizontales -Subaru y Porche son los dos únicos fabricantes que lo usan- tracción en las cuatro ruedas -AWD- de forma estándar y un record de seguridad impresionante, por mencionar tres.
Al 2017 llega el Legacy con pocos cambios, algo refrescado en apariencia y un nuevo modelo en la alineación, el Sport, que fue nuestro auto de prueba. Acogidos al conservadurismo japonés, con demasiada mesura a la hora de los cambios, el Legacy tiene un tren de poder -motor y trasmisión- que no han cambiado por mucho tiempo. El modelo en su sexta generación, continúa usando las mismas opciones de motor que la generación anterior, un 2.5 Litros de cuatro pistones y 175 caballos de fuerza, y un 3.6 Litros de seis pistones y generosos 256 caballos. Nuestra elección de motor sería la segunda, aunque ambas denotan el paso del tiempo en el consumo de combustible, que es superior a casi todos los sedanes medianos de la competencia. El motor de seis cilindros, trae economía combinada de 23 millas por galón, mientras que el cuatro sube a las 29 millas. La mayoría de sus competidores promedia unas 31 millas por galón de gas.
El estilo del Legacy también es conservador, aunque con la incorporación del Sport, se mejora en algo…no mucho. En el interior tampoco se puede catalogar de estilizado. Subaru sabe transitar muy bien sobre una línea fina, para que sus autos no parezcan demasiado baratos, pero usando materiales y combinaciones poco finos. La cabina es amplia, y su sistema de información y entretenimiento responde ágil, tiene buen diseño y es bastante practico.
Allí he encontrado una de las funciones que más me agrada de este y otros Subarus. Es la habilidad de poder retroceder varios minutos cuando escuchas la radio. No solo es practico cuando pierdes o no entiendes algo que se habla en la radio. El sistema automáticamente funciona cuando recibes una llamada telefónica. Al término de esta, la transmisión radial seguirá en el mismo puesto donde se encontraba cuando entró la llamada. ¡love it!
Sería injusto no destacar aquí los excelentes records de seguridad que el Legacy exhibe. En continuas pruebas del Instituto para la seguridad en las carreteras, este auto se ha alzado con cinco estrellas en todas las categorías, condición de la que no creo pueda hacer gala ninguno de sus competidores. Si la seguridad suya y de sus acompañantes es la primera prioridad, el Subaru Legacy entonces estaría arriba en la lista.
Cuando en la actualidad los fabricantes abarrotan con opciones, modelos y paquetes disponibles, Subaru no se complica mucho, y es algo para agradecer. Hay solo dos opciones de motor que ya mencionamos, y una de trasmisión, la excelente CVT Lineatronic de seis velocidades. El modelo base es el 2.5i que comienza en los $21,995. Trae cámara en reversa, conectividad por Bluetooth, sistema de información y entretenimiento Starlink con pantalla de 6.2 pulgadas. Le sigue el 2.5i Premium que adiciona calefacción en los asientos, una pantalla mayor con dos puertos USB, ajuste eléctrico para el asiento del conductor y varios adornos interiores.
En el medio queda el nuevo Sport que nosotros probamos. Los cambios aquí son pocos, más bien ornamentales. El precio base del sport es de $25,995. En la gama alta queda el 3.6R Limited, que con precio de $31,640, trae prestaciones estándar como EyeSIght, para ayudar a evitar colisiones, asistencia de punto ciego, vestiduras de cuero, calefacción en los asientos y sistema de audio Harman Kardon.
Venerado por los que en el oeste americano vivimos, y algo -injustamente- despreciado en el sur, donde la nieve y las montañas escasean, Subaru continua conservador, con la nueva entrega del Legacy 2017. El fabricante japonés no bromea cuando ostenta su lema: “Amor, es lo que hace a Subaru un Subaru”.