Algunas de las mujeres demócratas que librarán batallas clave en las elecciones legislativas de noviembre son también latinas, como Debbie Mucarsel-Powell en el distrito 26 de Florida, o Verónica Escobar, en el décimosexto de Texas.
Ambas candidatas, respaldadas por la organización Emily’s List, dedicada a impulsar candidaturas femeninas demócratas a cargos públicos en el país, explicaron hoy en una conferencia telefónica cuáles son sus retos de cara a los comicios, y las principales preocupaciones de los ciudadanos.
Mucarsel-Powell, de origen ecuatoriano y con aspiraciones a arrebatar el asiento al congresista republicano Carlos Curbelo, aseguró de su distrito que se trata de un sector eminentemente latino, con alrededor de un 70 % de población hispana, e insistió en que además un gran porcentaje de los hogares no llega al ingreso medio.
La candidata demócrata reiteró que la mayoría de los votantes de esa zona del sur de Florida están principalmente preocupados por poder tener acceso a la asistencia sanitaria, y que reclaman nuevas leyes para el control de armas, afectados aún por la tragedia ocurrida en la escuela secundaria de Parkland.
De hecho, el asunto de la violencia armada es uno de los que tocan más de cerca a la aspirante a legisladora, ya que su padre fue asesinado por arma de fuego en Ecuador cuando ella apenas tenía 24 años.
Asimismo, Mucarsel-Powell destacó las dificultades añadidas que entraña para una mujer presentarse al Congreso, más aún “como madre y como latina”.
La aspirante demócrata se encuentra en un empate técnico con Curbelo, según las encuestas, y confía en poder responder a las necesidades de los ciudadanos de su distrito, especialmente después de que el republicano votara a favor de derogar la Ley de Salud Asequible promovida por el expresidente Barack Obama.
Por su parte, Verónica Escobar puede convertirse en la primera mujer en representar a Texas en el Capitolio de Washington, y si lo hace será en nombre de un distrito eminentemente fronterizo donde la discusión hoy pivota sobre las duras medidas migratorias del presidente Donald Trump.
“Represento a una comunidad donde están algunos de los trabajadores más dedicados de este país, y muchos de ellos ni siquiera han nacido en él”, aseguró Escobar.
“Pero hay pocas comunidades que hayan sido tan golpeadas por las políticas de odio de hoy en día. Políticas de odio que llegan desde la Casa Blanca”, agregó la candidata, en cuyo distrito se encuentran la localidad fronteriza de El Paso, uno de los principales puertos de entrada a EE.UU., o el municipio de Tornillo.
En este último, según recordó, es precisamente donde bajo las órdenes de Trump, el Gobierno estadounidense ha instalado una “cárcel de niños”, destino de la mayoría de los menores inmigrantes que llegan a esa zona de la frontera y han sido separados de sus padres a causa de la política de “tolerancia cero” del mandatario.
Poppy Sias-Hernández, aspirante al Senado estatal en Michigan, es otra de las candidatas latinas que están dando la batalla entre los demócratas, y quiso destacar “la necesidad” de que mujeres como ellas se presenten a cargos públicos y alcen la voz por sus comunidades.
“Mi distrito es un territorio demócrata, pero lleva en manos republicanas desde hace 30 años. Y creo que es debido a que ningún candidato había entendido el tipo de cambio que allí se necesita. (…) Cuando me presenté, yo sabía por qué quería hacerlo, pero no sabía que tanta gente quisiera acompañarme en el camino”, aseguró.
Como Sias-Hernández, numerosas mujeres latinas demócratas han movilizado a cientos de voluntarios y equipo de campaña, empezando desde cero, sin apoyo institucional y motivadas por un “contexto histórico” que les hizo darse cuenta de que debían dar un paso adelante, y saltar a la arena política en estas elecciones.