Proporcionado por Biden para Presidente.-
La actual crisis de salud pública y económica causada por la pandemia del coronavirus (COVID-19) está afectando gravemente los presupuestos estatales, incluso en Florida, que enfrenta un déficit presupuestario de más de $8 mil millones. Este déficit llevará a drásticos recortes presupuestarios — hasta de un 19.5% según un análisis, y potencialmente mucho más alto según otros análisis — que devastarán las comunidades y las familias trabajadoras de Florida. Si se extendieran uniformemente en todo el presupuesto del estado, esto conduciría a recortes devastadores a los sistemas de cuidado de salud y educación del estado, así como a los presupuestos locales para bomberos, policías y otro personal de respuesta inmediata.
El presidente Trump y el líder del Senado Mitch McConnell podrían tomar medidas decisivas para detener estos recortes. Pero en cambio se niegan a proveer fondos adicionales a los gobiernos estatales y locales para estos servicios vitales, incluyendo educación, bomberos, policía y otro personal de respuesta inmediata.
El fracaso de Trump para liderar a nivel federal y el fracaso de DeSantis al no seguir los consejos de los expertos en salud pública han exacerbado la crisis económica y de salud pública en Florida. Joe Biden, por otro lado, ha seguido mostrando liderazgo durante la crisis y ha presentado varios planes sobre cómo manejar la salud pública y las consecuencias económicas.
Suponiendo que un recorte presupuestario del 19.5% se extienda uniformemente en todos los departamentos y programas de Florida, las familias y comunidades de Florida podrían ver:
Un recorte drástico al sistema educativo de K-12:
Los profundos recortes al sistema educativo K-12 de Florida perjudicarán aún más un sistema que ya recibe menos fondos de los que necesita. Ya el salario promedio de un maestro en Florida ocupa el puesto 46 en el país, y su gasto por estudiante se mantiene muy por debajo de los niveles previos a la recesión del 2008.
Florida tendrá que reducir hasta $1,540 millones al presupuesto K-12, incluso teniendo en cuenta los fondos de la Ley CARES, lo que significa que DeSantis se verá obligado a elegir entre recortes como los siguientes:
- Reducir todos los salarios de maestros a tiempo completo hasta $8,603, o casi el 18% del salario promedio de los maestros en Florida.
- Reducir el gasto anual por estudiante de K-12 hasta en $538, o alrededor del 7% del gasto por estudiante del estado.
Un recorte drástico en el Pre-Kínder:
Los recortes presupuestarios al programa de Pre-Kínder Voluntario (VPK, por sus siglas en inglés) del estado devastarán un sistema que no tiene fondos suficientes y actualmente ocupa el lugar 42 de 43 programas en todo el país en gasto por estudiante. Casi el ochenta por ciento de los niños de cuatro años que actualmente son elegibles utilizan el programa, y casi 175,000 niños actualmente disfrutan de los beneficios de VPK.
Florida tendrá que hacer recortes de hasta $78 millones al presupuesto de VPK, lo que significa que DeSantis se verá obligado a elegir entre recortes como los siguientes:
- Sacar hasta 32,000 niños elegibles del programa.
- Reducir los fondos por alumno para todos los estudiantes hasta en $473.
Un recorte drástico al presupuesto de los servicios de salud:
Los gobiernos deberían invertir en financiar los servicios de salud durante una pandemia mundial, no reducirlos. El sistema Medicaid de Florida, en el que participa 1 de cada 9 residentes de Florida menores de 65 años, verá recortes devastadores que afectarán gravemente a las personas de la tercera edad, las personas con discapacidades y los trabajadores y proveedores de servicios de salud.
Florida tendrá que hacer recortes de hasta $1,650 millones al presupuesto de Medicaid, lo que significa que DeSantis se verá obligado a elegir entre recortes como los siguientes:
- Reducir los beneficios opcionales en hasta $1,650 millones, eliminando los fondos a los servicios basados en el hogar y comunitarios (HCBS, por sus siglas en inglés). Un recorte a HCBS pondrá en peligro a las personas mayores y las personas con discapacidades en Florida, grupos altamente amenazados por el COVID-19.
- Reducir los pagos a los proveedores de Medicaid en hasta $1,650 millones, incluyendo pagos a médicos, hospitales que son parte de la red de seguridad, centros de salud mental y/o residencias de ancianos.
Un recorte drástico a la salud pública:
El sistema de salud pública de Florida está bajo ataque y no puede permitirse más recortes. El estado recortó casi una cuarta parte de los puestos en el Departamento de Salud en la última década, y sus epidemiólogos ganan en promedio menos que los de otros estados importantes.
Florida tendrá que reducir hasta $600 millones al presupuesto del Departamento de Salud, lo que podría amenazar los fondos para los servicios como el tratamiento contra el abuso de sustancias para los jóvenes que luchan con la adicción a los opioides.
Recortes a los presupuestos locales que afectan a los bomberos, técnicos de emergencias médicas y policías:
Con el cierre de las empresas en todo el estado, los gobiernos locales también enfrentan graves déficits presupuestarios. Las ciudades en todo el estado, desde Miami y Fort Lauderdale hasta Jacksonville, esperan importantes déficits económicos.
Los recortes a los presupuestos locales golpearán duramente al personal de respuesta inmediata. Más del 50% de los ingresos de los fondos generales de Miami van a los departamentos de bomberos y policía. Los recortes a la policía y los departamentos de bomberos en Tampa amenazarán el empleo seguro de casi 1,000 policías y 622 bomberos uniformados en la ciudad.
NOTA SOBRE LA METODOLOGÍA Y LOS ESTIMADOS:
Florida aún no ha publicado las proyecciones oficiales por el impacto de COVID-19 en el presupuesto estatal. Este análisis utiliza la proyección de Moody’s Analytics, que es la más confiable y específica disponible. A pesar de que esta hoja informativa utiliza el escenario “grave” de Moody’s, sigue siendo un estimado conservador y subestima el impacto de posibles recortes. Otras proyecciones, incluyendo tanto el CBPP como la Asociación Nacional de Gobernadores, una entidad bipartidista, estiman mayores déficits presupuestarios agregados que Moody’s.
Este déficit ocurrirá hasta el final del próximo año fiscal (30 de junio de 2021 para Florida), por lo que tendrá lugar durante aproximadamente un año. Moody’s utiliza los ingresos de los fondos generales del año 2019 en sus proyecciones. Esta hoja informativa analiza posibles recortes presupuestarios para el próximo año fiscal, pero Florida podría tener que hacer recortes profundos a corto plazo para equilibrar el presupuesto de este año fiscal o, en la alternativa, reducir las reservas para evitar un déficit, dejando así al estado menos margen de maniobra para el año fiscal 2021. Los estimados de educación tienen en cuenta los fondos federales que Florida recibirá bajo el Fondo de Estabilización Educativa de la Ley CARES.
Estos ejemplos pretenden ser solo ilustrativos. Los ingresos restringidos, las leyes locales/estatales que requieren ciertos niveles de gasto y otros factores podrían afectar los impactos reales de los recortes presupuestarios.