Por Lisa Rapaport |
(Reuters Health) – La apelación a fumar orientada a los niños y los adolescentes estaría, por lo menos en parte, asociada a la etnia, según sugiere un estudio de Estados Unidos.
Muchos estudios previos habían identificado diferencias étnicas en el tabaquismo: los niños caucásicos y los adolescentes hispanos eran más propensos a empezar a fumar y a desarrollar la adicción que los niños de raza negra, según la autora principal, Sherine El-Toukhy, de los Institutos Nacionales de Salud, Bethesda, Maryland.
Sin embargo, los adolescentes afroamericanos que comienzan a fumar a los 14 años son más propensos a sostener el consumo.
“El estudio se concentró en la vulnerabilidad al tabaquismo, que es previa a la conducta tabáquica”, dijo El-Toukhy, del Instituto Nacional de Salud de las Minorías y Disparidades en Salud.
Los autores analizaron información obtenida entre 1999 y el 2014 de casi 144.000 jóvenes de entre 9 y 21 años que no fumaban. En el período 1999-2007, el 21 por ciento era susceptible a fumar de acuerdo con sus respuestas a un cuestionario que indagaba si pensaban probar cigarrillos en el futuro, publican los autores en Pediatrics. Ese porcentaje aumentó al 23 por ciento en el 2014.
Durante el período estudiado, la proporción estimada de jóvenes caucásicos susceptible se mantuvo estable en el 21 por ciento.
No ocurrió lo mismo con los niños y los adolescentes afroamericanos: la proporción susceptible al tabaquismo cayó del 21 por ciento en 1999 al 17 por ciento en el 2003 y aumentó al 20 por ciento en el 2014. En los hispanos, aumentó desde el 22 por ciento en 1999 al 28 por ciento en el 2014.
Durante el período estudiado, los niños hispanos eran un 67 por ciento más vulnerables al tabaquismo que los niños caucásicos, mientras que los jóvenes hispanos eran más propensos a probar el cigarrillo entre los 12 y 16 años.
“Identificamos edades en las que los más jóvenes que nunca probaron un cigarrillo son más susceptibles al tabaquismo y describimos las diferencias en esa vulnerabilidad por etnia”, indicó El-Toukhy.
Una limitación del estudio es que los autores confiaron en los jóvenes para recordar e informar con precisión el consumo de tabaco y el deseo de fumar en el futuro.
Aun así, los resultados sugieren que para prevenir el tabaquismo, los padres, los docentes y los médicos tendrían que esforzarse más para cambiar la forma en que los niños y los adolescentes piensan en el cigarrillo, consideró el doctor Andrew Chang, de Stanford University, California, y que no participó del estudio.
FUENTE: Pediatrics, online