En vísperas del segundo juicio político contra Donald Trump, la representante republicana por el estado de Wyoming, Liz Cheney, ha pedido a sus colegas de partido que dejen de “abrazar” al expresidente de Estados Unidos y rompan relaciones con él.
“Tenemos que analizar realmente quiénes somos y qué defendemos, en qué creemos”, ha enfatizado Cheney durante una entrevista para la cadena Fox News, en la que ha hablado de la necesidad de recordar “los movimientos” de Trump antes del asalto al Capitolio, que supusieron “la mayor violación” del juramento de cualquier presidente “en la historia” de Estados Unidos.
“No deberíamos abrazar al expresidente”, ha recalcado Cheney, una de las voces dentro del partido más críticas con el magnate de Nueva York, que incluso le acarreó de manera unánime la censura de la formación en Wyoming, después de que fuera uno de los diez republicanos que votó a favor de la propuesta demócrata en la Cámara de Representantes de iniciar un ‘impeachment’ contra Trump.
“Hay una gran investigación en marcha acerca de todo lo que sucedió el 6 de enero y en los días anteriores. La gente querrá saber exactamente qué estaba haciendo el presidente”, ha dicho Cheney, quien se ha preguntado si el tuit de Trump en el que calificaba de “cobarde” al que era vicepresidente, Mike Pence, mientras sucedía el asalto al Capitolio “era un esfuerzo premeditado para provocar violencia”.
“Hay muchas preguntas que deben ser respondidas, y habrá muchas, muchas investigaciones criminales que analicen todos los aspectos y a todos aquellos que estuvieron involucrados”, ha insistido.
“Lo que ya sabemos constituye la mayor violación del juramento de cualquier presidente en la historia del país y en esto no podemos simplemente mirar para otro lado o fingir que no sucedió. Tenemos que asegurarnos de que esto nunca vuelva a suceder”, ha subrayado.
Las palabras de Cheney contrastan con la postura inflexible de los republicanos dentro del Senado, que en la última semana descartaron apoyar los intentos del Partido Demócrata por aprobar el inicio de un nuevo juicio político contra Trump también en ese cámara, al cuestionar que se trate de un proceso constitucional.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de amplia mayoría demócrata, aprobó el pasado 13 de enero iniciar un ‘impeachment’ contra Donald Trump, en una votación en la que hasta diez republicanos dieron su apoyo.
Sin embargo, la escasa mayoría de la que dispone el Partido Demócrata en el Senado –sólo puede alcanzarse con el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris– les obliga a contar con al menos el apoyo de 17 senadores republicanos para que la iniciativa del ‘impeachment’ pueda salir adelante.
En febrero de 2020, Trump fue absuelto tras ser acusado de abuso de poder y obstrucción al Congreso por presionar a dirigentes de Ucrania para que investigaran a Joe Biden y a su hijo Hunter por sus actividades empresariales.