Por Dra. María Alejandra Ruiz.-
Estamos convencidos de que debemos de actuar con base a lo que sentimos y se nos olvida que las emociones son volátiles. Pueden cambiar de un día a otro, incluso en el mismo día y sin previo aviso.
Cuando nuestras emociones ejercen todo el control sobre nuestra vida es cuando más problemas tenemos a la hora de lidiar con las dificultades que se nos presentan.
La inteligencia emocional hace parte de la habilidad esencial que todos necesitamos para poder funcionar de manera adecuada frente al mundo. Por ejemplo, ¿quien alguna vez en medio del enojo no ha hecho comentarios que le ha metido en problemas? En el ambiente laboral, familiar, e incluso social.
Continuamente decir que nos falta paciencia y que explotamos fácilmente ya es un discurso inaceptable. Especialmente si este comportamiento en lugar de ayudarte a alcanzar tus metas te está alejando cada vez más.
Hay algo que olvidamos y es que ninguna persona disfruta la compañía de alguien que no puede gestionar lo que siente, que explota con gran facilidad, y que no se comunica de manera asertiva. Peor aún, una persona que tiene la capacidad de complicar cualquier situación y termina formando un caos de comunicación generando más incomodidad con los demás.
Alguna vez te han llamado problemático, dramático, impulsivo, e incluso irracional y conflictivo? Si es así, tienes que saber que muy probablemente la manera en la que reaccionas es la manera que has aprendido en tu lugar de crianza junto a las personas que han estado contigo acompañándote en gran medida. Sin embargo, con la guía correcta este problema se puede solucionar y podrás ver los cambios que tanto quieres ver en tu vida.
Todo comienza con la aceptación de que hay algo que ya no queremos que nos acompañe, y con la humildad para reconocer de qué queremos evolucionar y convertirnos en mejores personas.
Tips para gestionar mejor las emociones:
-Nunca actúes bajo la influencia de ninguna emoción como el enojo, la indignación, o el miedo.
-Aprende a conocer tu cuerpo, comienza por aprender a respirar profundo y a calmar tus síntomas físicos antes de querer cambiar la manera en la que piensas y sientes. Paso a paso te darás cuenta que si es posible.
-Recuerda siempre que hay una gran diferencia entre estar enojado y actuar con enojo. No tienes que hacer exactamente lo que tu emoción te indica.
María Alejandra Ruiz, es doctora en psicología clínica. Directora de Healthy Mind Specialists, la clínica de la ansiedad en Tampa, Estados Unidos.
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