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El Eje Cafetero colombiano, ha venido posicionándose de manera vertiginosa como destino turístico de excelencia. La perfecta combinación de su clima, geografía, la atención de su gente y el maravilloso mundo que gira en torno al café; este mágico fruto que domina actualmente al mundo no solo por sus propiedades, sino también por un aroma único e inconfundible.
Localizado en el centro del occidente colombiano, El Eje Cafetero lo conforman los departamentos de Caldas, Risaralda y El Quindío, sobre las cordilleras occidental y central. Las condiciones climáticas, determinan la producción de un café de alta calidad, con periodos de cosecha relativamente cortos. Los campesinos de la zona han desarrollado técnicas de cultivo, recolección y procesamiento del grano, y todo hecho “grano por grano”, y han conservado esta forma de procesar la industria pese a las nuevas técnicas de la industrialización agrícola masiva. Actualmente Colombia se ubica como el tercer exportador de Café a nivel mundial y es reconocido por tener el mejor café suave del mundo.
A menos de diez minutos de la población de Chinchiná (Caldas), se encuentra Guayabal, una hacienda muy particular, la cual decidió iniciarse en la actividad turística como consecuencia de la crisis del café a finales de los años ochenta. Desde hace más de quince años, presta sus servicios como alojamiento turístico y durante esos años ha logrado posicionarse como una referencia turística dentro de la zona cafetera colombiana, siendo poseedor de distintos reconocimientos internacionales por varios años.
La temperatura de la zona, su geografía e incluso la ceniza volcánica del Cráter El Arenal (Nevado del Ruiz), conjugan la fórmula perfecta para que esta tierra fértil produzca café hasta dos veces al año. Durante su visita, además de disfrutar de sus hermosos paisajes, laderas cubiertas de plantas de café, es el lugar perfecto para la observación de aves, teniendo un sinfín de especies endémicas y foráneas que pueden ser apreciadas desde tempranas horas de la mañana a través de un recorrido por la extensión de la finca Guayabal.
El tour del café, es su carta de presentación y permite conocer todo el proceso de esta bebida que ha impulsado revoluciones y ha recorrido el mundo desde tierras africanas hasta suelo colombiano. Este mágico recorrido empieza desde la semilla, pasando por todas las etapas de crecimiento hasta los seis meses, momento en el que sacan las plantas desarrolladas de 20 a 30 centímetros de los forros plásticos y son sembradas en la tierra para su crecimiento posterior hasta cumplir tres años, momento en el cual inicia su proceso de producción de café hasta los veintiún años, aproximadamente, teniendo cada siete años, renovación de la planta (corte de tallo en diagonal).
Posteriormente, el proceso de recolección se realiza a mano, por los caficultores los cuales usan cestas terciadas de hasta 12 kg. en jornadas de casi doce horas al día. Un buen recolector puede recoger hasta 300kg. de cerezas de café por día.
Una vez recolectado se retira la piel externa y se lava el café, dejando en remojo por veinticuatro horas. La piel es utilizada para el “compost”, el cual será utilizado luego de más de un año como fertilizante natural para la plantación. El grano ya lavado, retira la mayoría de los azúcares y nivel de cafeína, otorgando así, la particularidad del café colombiano, es decir su suavidad.
Culminado este proceso, se pasa hacia los hornos. Allí se secan los granos a bajas temperaturas hasta alcanzar una humedad inferior al 12%, momento en el cual se empaca en costales (sacos) de hasta 70 kg. para su disposición en las bodegas de café, hasta el momento de su venta. Una vez cerrada la venta, el café pasa por un último proceso antes de importación o procesamiento final. Este es el “trillado”, en el que retiran la última piel del café cambiando su apariencia y textura de un amarillo pálido a un verde tenue.
Así finaliza el recorrido, pero no el tour, pues seguimos a una casita especialmente bella y colorida en donde se puede apreciar el paisaje y algunos comederos para aves, los cuales por lo general, siempre atraen a distintas especies. En esta etapa, los guías abordan los últimos pasos del procesamiento del café, como el tostado, molido, proceso de liofilización, aditivos, entre otros y llega el momento más esperado, una única cata de café 100% colombiano.
La hacienda cuenta con excelentes instalaciones que ofrecen un oasis natural sumamente tranquilo y alejado de cualquier perturbación, en donde podrás disfrutar de sus cómodas habitaciones, salas de juego, piscina y excelente gastronomía. Para más información, puedes informarte en www.haciendaguayabal.com
Sin duda alguna, si tiene la oportunidad de visitar Colombia, le recomiendo que dedique algunos días de su experiencia al Eje Cafetero, el cual esconde un abanico importante de atractivos turísticos y culturales únicos, los cuales le permitirán compenetrarse a otro nivel con el Realismo Mágico que ofrece esta hermosa nación.
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