Con la ofrenda de un Cristo negro, la guerrilla de las FARC pidió el jueves perdón por la masacre de 79 personas en un pueblo ubicado en una zona selvática del noroeste de Colombia, uno de los episodios más repudiados del conflicto armado en la nación sudamericana.
La masacre ocurrió en mayo de 2002, cuando rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) bombardearon con misiles de fabricación artesanal la iglesia del pueblo de Bojayá, en el departamento del Chocó.
“Pedimos nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes haciendo el camino que, reconciliados, nos conduzca hacia la era justa que tanto han anhelado los humildes de todos los rincones de Colombia”, dijo el líder de las FARC, Iván Márquez.
Las FARC, que firmaron el lunes un acuerdo de paz con el presidente Juan Manuel Santos para poner fin a un conflicto de 52 años que dejó 220.000 muertos y millones de desplazados, combatían en esa región con escuadrones paramilitares de ultraderecha.
Como parte del acuerdo de paz que deberá ser avalado por los colombianos en un plebiscito el domingo, los 7.000 combatientes de la guerrilla abandonarán las armas y conformarán un partido político para defender sus ideas y luchar por los más pobres.
Durante la firma del acuerdo de paz, el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, pidió perdón a todas las víctimas del conflicto.
La guerrilla es responsable de asesinatos, masacres, secuestros, reclutamiento de niños, desplazamientos y miles de ataques contra las Fuerzas Armadas y la infraestructura económica del país.
El denominado Cristo Negro de Bojayá donado por las FARC mide 2,45 metros de altura y fue esculpido por el artista cubano Enrique Angulo con madera de la región selvática del noroeste colombiano.