Por Miguel Espaillat Grullón.-
1 – Los imperios que han existido en el transcurso de la historia, han sido saqueadores crueles, y han ejercido su poder omnipotente abusivamente contra las naciones más pobres y pequeñas, apoyados en sus ejércitos poderosos y economías robustas.
2 – Los imperios, macabros e indolentes como son, no tienen amor al prójimo, tampoco amigos, solo intereses egoístas y deleznables. Las víctimas de sus guerras e invasiones se cuentan por millones de muertos, heridos, mutilados, refugiados y damnificados. En sus guerras, masacrar y tiranizar es lo común, por ende, en su obrar despiadado, no respetan la vida de los niños, de los jóvenes y ancianos; tampoco la de las mujeres embarazadas o de las criaturas recién nacidas.
3 – Los armamentos imperiales, que van desde artillería pesada, armas químicos y biológicos a bombas atómicas, arrasan con todo: poblaciones e infraestructuras (escuelas, orfanatos, asilos, puentes, hospitales, iglesias, carreteras, acueductos, museos, viviendas etc.) y daños inconmensurables al Medio Ambiente. En resumen, miserias infinitas y sufrimientos indecibles generalizados, son el resultado de tantas acciones satánicas.
4 – La guerra es la acción más brutal e irracional del hombre contra el hombre. Una lucha cuerpo a cuerpo con sables, o con bayonetas caladas entre miles de hombres, que se enfrentaban a campo abierto para descuartizarse los unos a los otros, constituye el ejemplo más representativo y espeluznante del salvajismo de la guerra. La guerra es un insulto y atropello a la vida, que es el bien más sagrado que tiene el hombre. También, las guerras muestran de manera siniestra, el nivel de atraso espiritual de los humanos que habitamos este planeta tierra.
5 – Para plasmar esta cruenta realidad, que a mí me parece surrealista por lo inverosímil, solo hay que recordar cientos de escenas dantescas de las guerras que se han dado en diferentes épocas de la humanidad protagonizadas por mongoles, bárbaros, otomanos, persas, europeos que colonizaron el Nuevo Mundo, cruzados, musulmanes, el imperialismo japonés, los imperialismos europeos y el norteamericano, etc. Todos ellos, en sus guerras de conquistas y saqueos, han cometido tantas bestialidades, que las misma se pueden expresar con las mismas palabras que usó Simón Bolívar en su Carta de Jamaica, cito: “barbaridades que la presente edad ha rechazado (yo diría, ha tachado) como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos, si constantes y repetidos documentos no testificasen estas infaustas verdades”.
6 – De estas barbaridades, es historia comprobada la manera de cómo los invasores obraban en sus conquistas: – quemaban, saqueaban las ciudades y asesinaban a poblaciones enteras -. Por ejemplo, se cuenta que los mongoles, los bárbaros, sultanes, emperadores, reyes, Carlos Magno, Julio Cesar, etc., cuando tomaban una ciudad, la incendiaban, saqueaban, violaban a las mujeres, y pasaban por cuchillo a sus habitantes. Napoleón Bonaparte cuando invadió Egipto pasó por cuchillo a diez mil prisioneros argumentando que las reservas de alimento de sus soldados no podía cogerlos para alimentar a prisioneros. Otras veces mataban millones por hambre, cortándoles el suministro de alimentos, tal como en 1943 hizo Winston Churchill con más de dos millones de indios de Orissa (Bengala) y Stalin entre 1932-1933, con varios millones de ucranianos.
7 – También, mil bestialidades contra sus semejantes cometieron en sus conquistas, Pol Pot, Hitler, Franco, Mussolini, etc. En este tenor, los horrores cometidos en la Primera y Segunda Guerra mundial, no tienen parangón. El psicópata Hitler devastó a toda Europa y ocasionó más de 100 millones de muertos, de estos, corresponden 20 millones al pueblo ruso. En aquella guerra se estrenó por primera vez la letal bomba atómica. Con esta arma siniestra, en cuestión de minutos fueron calcinadas dos ciudades japonesas (Hiroshima y Nagasaki) y más de 200 mil de sus habitantes.
8 – Posteriormente, pese al conocimiento de las destrucciones, desgracias y sufrimientos infinitos que causan las guerras, estas han seguido. De ellas, en los últimos tiempos tenemos las guerras contra Vietnam, Laos, Camboya, Afganistán, Irak, Libia, Siria, Palestina etc. En estas guerras, se ha puesto de manifiesto la gran capacidad e inclinación del hombre para lo malévolo. El napalm, las bombas con uranio enriquecido, los gases letales, los sopletes que lanzan llamaradas para incendiar cuerpos, son de los ingenios diabólicos del hombre para llevar a cabo “un mataos los unos a los otros”. Lo grande del caso es, que de las anteriores devastaciones de las guerras, no hemos aprendido la lección que nos brindan sus efectos, los cuales deberían llevarnos a eliminarlas para siempre de nuestro mundo. Al contrario – absurdamente – seguimos manifestando un gusto morboso por la guerra. Es como si “guerrear”, para matarnos los unos a los otros, fuera algo inherente en los genes de nuestra especie.
9 – Desde hace varios años se habla de la amenaza de una “Tercera Guerra Mundial” apocalíptica. Muchos afirman que esta guerra es imposible, porque no somos tan estúpidos y necios, al saber que en esta conflagración no habrá vencidos ni vencedores. Que todos los humanos, animales y reino vegetal, con semejante guerra, desaparecerían de la faz de la tierra. Yo, por el contrario, conociendo la historia y la naturaleza de los hombres, no dudo que esta guerra pueda darse aun a sabiendas de la malignidad de sus resultados. Si ejércitos de millones de hombres han sido capaces de enfrentarse entre sí con bayoneta calada para matarse mutuamente, entonces, el hombre es capaz de cometer cualquier locura.
Las guerras imperialistas en la Biblia
10 – En las guerras para conquista de otros territorios, se cuenta en la Biblia, que hasta el “Dios de los israelitas”, los instruyó a cómo hacer la guerra a los enemigos. “No dejen piedra sobre piedra, ni nada vivo. Saqueen, incendien, degüellen en masa a los vencidos sean hombres o niños, y violen a las mujeres”.
11 – Al respecto, en el libro Números 31,1-18, se puede leer lo siguiente: Yavé dijo a Moisés, ataca a los madianitas, y acaba con ellos. Que los hijos de Israel sean mi instrumento de venganza. Entonces los Israelitas – siguiendo las instrucciones de Yahvé, pelearon contra Madián. Los generales, mataron a la mayoría de los varones de esa nación. Vencidos los madianitas trajeron cautivos a los hombres vencidos, a las mujeres y a sus niños. Recogieron sus animales, sus rebaños, todas sus pertenencias y prendieron fuego a todos los pueblos que invadía y a todos sus campamentos.
12 – Pero hubo un problema, los jefes de tropa, habían dejado con vida a las mujeres, entonces, Moisés enojándose con ellos, les ordenó: “Maten a todos los niños, hombres y mujeres que hayan tenido relaciones con un hombre, y tomen para ustedes todas las niñas que todavía no han tenido relaciones. (Fin de la cita)
¿Por qué la crónica anterior?
13 – Ahora estamos viendo de que manera los Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido, la Unión Europa y su fuerza de guerra la OTAN, están creando las condiciones para ir a una guerra (que sería nuclear), contra Rusia, objetando defender la soberanía de Ucrania.
¿Qué veo en esta guerra?
14 – Los Estados Unidos de Norteamérica es un imperio que poco a poco ha ido perdiendo su poder, a tal punto, que ya teme por su caída. Los imperios en esta condición, en sus estertores de muerte suelen acudir a la guerra como último recurso para evitar el colapso. Las tierras del imperio norteamericano, están a cinco mil millas de distancia de Europa. Por esta separación, sus élites gobernantes piensan que una guerra entre la Unión Europea, el Reino Unido e Ucrania contra Rusia, no afectaría su territorio continental, que por el contrario, los favorecería de la misma forma que los favoreció comercialmente la Segunda Guerra Mundial, pues mientras los europeos se destruían mutuamente, los Estados Unidos progresaba y se hacían un imperio poderoso a expensas de vender su producción a una Europa asolada e improductiva.
15 – Como se sabe, todos los países del mundo vienen siendo gobernados por sus respectivas élites económicas, que son las que deciden dónde y cuándo llevar a cabo sus guerras. Ellos la deciden, pero sus personas e hijos no van a esas conflagraciones. Van los jóvenes pobres de los pueblos, que nada saben de conflictos geopolíticos imperialistas, ni tienen nada que ver con las causas e intereses de ellos. Y así, millones de hombres en la flor de la juventud – engañados – los mandan a una guerra diciéndoles que van a luchar por su país, cuando en realidad es para defender los intereses de esa minoría que los recluta para matar en tierras lejanas a hombres, mujeres y niños que no conocen, y de los que nunca han recibido daño alguno. En cambio, los perversos que arman las guerras, se quedan en su área de confort, beneficiándose en grande de las decenas de negocios que se derivan de ellas, sin importarle la sangre derramada ni las devastaciones a las ciudades que ocasionan sus armas de muertes y destrucción.
16- Ante esta realidad, los ciudadanos norteamericanos y los demás habitantes conscientes del mundo, (que es la mayoría en un noventa por ciento), nos oponemos radicalmente a todo tipo de guerra, puesto que se ha comprendido, que las guerras son un inmenso negocio para unos pocos, y una gran desgracia para todo el planeta. Mejor sería, que todo ese derroche de dinero que se gasta en las guerras para destrucción y muerte, se invierta en educación, salud y vivienda. Entonces, radicalmente, nuestro mundo sería otro. Sano, de paz y amor.
17 – Dada la amenaza de una “Tercera Guerra Mundial”, por conflictos imperialistas de Rusia, la Unión Europea, Japón, China y los Estados Unidos, yo espero que estas potencias, y en especial el pueblo norteamericano y todos los pueblos del planeta, puedan advertir a tiempo la jugada maligna de los intereses perversos que hay detrás de los que hoy tienen en sus manos la suerte de nuestro mundo, y que en consecuencia, avizorados, todos abramos los ojos, para que no se caiga en la locura de son presas las élites satánicas que están gobernado a nuestro mundo, la cuales solo piensan en sus intereses, sin importarle que para su hegemonía, corran ríos de sangre, o que miles de millones perezcan calcinados o por hambrunas y que desaparezcan los bosques, las fuentes de agua, el hombre, los animales y hasta el oxígeno que hace posible la vida.
18 – Hablo sobre las élites imperialistas, quienes siendo el 1% de la humanidad, poseen más riqueza que el 99% restante. Ante esta situación, como estamos en otra era, de nuevo insisto: ¡Élites que gobiernan a USA y al resto del mundo, es tiempo de rectificar! ¡Aún estamos a tiempo de salvar a nuestro planeta de su destrucción total, por causa de una guerra nuclear donde no habrá vencidos ni vencedores! En definitiva, la guerra entre Rusia, Ucrania y la OTAN, no beneficia a nadie.
19 – ¡Seamos locos …, pero de amor y ternura con el prójimo de cualquier parte del mundo! ¡Volvámonos locos, en eso de proteger nuestro planeta y ser justos! Seamos eternamente locos, derrochando amor y respeto hacia todo lo creado… ¡Que todo el mundo tenga, alimentos, techo, educación y trabajo asegurado! ¡Que nuestras vidas sean de armonía, solidaridad, paz, progreso, libertad, democracia y justicia! ¡Guerras…, nunca más!
A mis lectores, les dejo la palabra…