Después de dar a luz a su último hijo, Saint, hace solamente 7 meses, Kim Kardashian ha conseguido perder más de 30 kilos. Y la estrella del clan televisivo le ha contado a la revista People cuáles han sido las claves de su dieta para lograr el objetivo. Kim asegura que nunca pensaba en comer bien y siempre se decía: “Si puedo entrenar, puedo comer todo lo que quiera”.
Sin embargo, el último embarazo le cambió esta forma de pensar y se metió de lleno en la dieta de Atkins y la cuenta de calorías que establece esta. En total, la conocida celebrity podía comer 1800 calorías al día, de alimentos como pavo y pescado, que han sido sus mejores aliados para reducir lo que había ganado durante el embarazo. A la estricta dieta le añadía una rutina de ejercicio en el gym todos los días a las seis de la mañana y junto a un entrenador personal que se encargaría de que Kim sudara y quemara calorías.
Para poder mantener la disciplina, ha cometido también algún desliz, con alguno de sus dulces favoritos: los churros. La feliz madre recuerda llevar a sus hijos a Disney y comerse alguno, para luego sentirse fatal. Pero es que nadie, ni siquiera ella, aunque a veces lo parezca, es de piedra.