El Kia Sportage pertenece a esa rara familia de vehículos, que polarizan a los que desde afuera reparan en él. A unos les resulta repelente su diseño; otros sencillamente lo veneran. Lo que queda claro, es que este pequeño SUV no pasa inadvertido, y reafirma la tendencia del fabricante coreano de continuar mejorando ostensiblemente sus modelos, generación, tras generación.
La extrema popularidad de estos pequeños utilitarios, hace que el comprador sea más exigente en la actualidad, convirtiéndolos en una pieza, que debe ser complaciente para todo tipo de situaciones y personas…difícil tarea. Kia lo sabe, y en esta nueva edición del Sportage, lo presenta ligeramente más largo y ancho. Algo ha ganado en espacio para el conductor y pasajeros, sobre todo para estos últimos, que gozan de la amplitud que se esperaría en un SUV se mayor tamaño.
Sin embargo, la capacidad de carga del Sportage continúa siendo escasa. Con los asientos traseros plegados, dispone de 60.1 pies cúbicos, colocandolo en desventaja con la mayoría de sus competidores. Con los asientos levantados, hablaríamos de 30.7 pies, lo que logra ponerlo a la par, o incluso, en mejor posición que sus rivales.
El interior de este Kia trae apariencia lujosa. Han dejado a un lado la complejidad del modelo 2016, para presentar un diseño más limpio y estilizado, con materiales de buena calidad. La cabina es silenciosa, gracias al mejor trabajo de aislamiento que permite mantener conversaciones reposadas, incluso viajando a alta velocidad en la autopista.
Mención separada merece el nuevo sistema de info-entretenimiento. Esta parte vital de los autos modernos, sigue estando comprometida en muchos modelos -incluso de lujo- con complicados e ineficientes menús, y tantas opciones que lo hacen en muchos casos, difíciles de operar cuando conducimos. La nueva edición del UVO, ahora en su tercera generación, es en mi opinión, uno de los mejores de la industria. Aunque algunas opciones permanecen escondidas -las de audio, por ejemplo- la mayoría de los menús son limpios y de buen tamaño, con excelente respuesta al tacto.
Provisto de conectividad con teléfonos inteligentes, atreves de Apple CarPlay y Android Auto, el UVO provee 14 servicios telemáticos de forma gratuita, que incluyen alertas para reportar si el Sportage ha sido conducido a exceso de velocidad, o fuera de un área pre determinada, funciones que los padres agradecerán, cuando pasen las llaves a los jóvenes de la casa. Confianza también ofrece las buenas calificaciones de seguridad obtenidas por este Kia, gracias al uso de acero reforzado, en el 51% de su estructura.
Además de estar bien protegidos en caso de accidente, el Sportage viene con prestaciones disponibles para prevenir que estos ocurran. El sistema de alerta de colisión frontal adaptable, así como frenado autónomo, alerta de cambio de carril y punto ciego y de trafico cruzando cuando retrocedemos, ofrecen cierta paz mental al conductor.
Con precio inicial de $23,000 dólares en su modelo base, el LX, este SUV compacto se muestra atractivo para gente joven, o primeros compradores, que quieran incorporarse al tropel de los que están dejando los sedanes, en favor de los Crossovers. Por ese precio, las prestaciones disponibles están en línea con la mayoría de los competidores. A medida que se avanza a los modelos más altos, el Sportage se transforma en una mejor propuesta.
El acabado EX trae interior tapizado en cuero y asientos con calefacción por unos $25,500, opciones para las que se necesitaría pagar más de $3,000 dólares para conseguirlas en una Honda CR-V. El más caro de los Sportages es el SX Turbo AWD, que comienza en los $34,000, y viene completamente equipado.
Kia sigue cautivando confianza con su excelente garantía de 10 años o 100, 000 millas. Con esa credencial de respaldo y excelente estilo, versatilidad, calidad de construcción y tecnología disponible, la cuarta generación del Sportage no tendrá problemas para seguirse afianzando, como una de las principales cartas de triunfo del fabricante coreano.
