El líder de Italia Viva amenaza con romper la coalición en pleno debate sobre el destino de los fondos europeos
El Gobierno de Italia, liderado por Giuseppe Conte y compartido a tres bandas entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S), Partido Democrático (PD) e Italia Viva, se tambalea por las constantes presiones del líder de esta última formación, Matteo Renzi, que ha amenazado con romper el acuerdo por las discrepancias sobre la gestión de los fondos de recuperación europeos.
A Italia le corresponden unos 200.000 millones de euros del plan lanzado desde la UE para ayudar a los diferentes países a aliviar los efectos colaterales de la pandemia de COVID-19. El desembolso está pendiente de aprobación por parte del Gobierno, que prevé darle luz verde este martes a última hora.
Italia Viva cuenta en la actualidad con dos ministras, cuya continuidad en el gabinete está pendiente de que se produzca o no la ruptura definitiva de la coalición. Los medios especulan con un gesto por parte de Renzi que podría llegar después del Consejo de Ministros.
El ex primer ministro, en un texto en su blog, ha vuelto a recriminar este martes que Conte haya desoído sus propuestas durante estas últimas semanas y ha criticado los “insultos” contra su partido, que lamenta especialmente por proceder algunos de ellos de teóricos compañeros.
Renzi ha evitado reconocer públicamente que quiera un cambio de gobierno y, en cambio, ha insistido en la necesidad de gestionar bien la respuesta a la pandemia y los fondos de ayuda. “O lo gastamos bien o lo gastan sin nosotros”, ha sentenciado en una entrevista a la emisora RTL, según la agencia Adnkronos.
En el aire queda por tanto la continuidad de la ministra de Agricultura, Teresa Bellanova, y de la de Familia, Elena Bonetti. Bellanova ha evitado confirmar este martes su posible salida del Ejecutivo, defendiendo la necesidad de ir “paso a paso”.
POSIBLES ESCENARIOS
El partido de Renzi tiene apenas un 3 por ciento en las encuestas de intención de voto, pero su apoyo es clave para que Conte conserve la actual mayoría parlamentaria. El adelanto electoral es una de las opciones que se barajan en caso de crisis, de la que también se podría salir con un nuevo Ejecutivo de Conte –sería ya el tercero tras el experimento del M5S con la Liga de Matteo Salvini– o con un gabinete tecnócrata.
El Partido Democrático, el segundo con más peso dentro de la actual Administración, considera que volver a sacar las urnas sería un desastre para el país en un momento como el actual. En palabras de su líder, Nicola Zingareti, “sería un grave error político que penalizaría a Italia, un túnel sin salida”, sin entrar a valorar que podría suponer la vuelta al poder del centro-derecha.
El ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, también ve “inexplicable” que haya ahora una crisis de Gobierno, en la medida en que considera que iría en perjuicio de los italianos, y ha defendido a Conte como “pivote” de la amalgama de intereses que confluyen en el tripartito. Así, ha prometido ser “leal” al primer ministro y ha considerado “injustos” los ataques contra él.
Di Maio también ha lamentado que se especule con el nombre del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi como líder de un hipotético gobierno tecnócrata, señalando que “no se merece” que su nombre termine siendo objeto de debates políticos.
EL FONDO DEL DEBATE
El último punto de fricción entre Conte y Renzi tiene que ver con el fondo y forma del plan de ayuda de la UE, que contempla 32.000 millones de euros en inversiones en infraestructuras, 69.000 millones en transformación ecológica y 19.700 millones en sanidad, según el documento analizado por Bloomberg.
El texto refleja algunas concesiones a Renzi, principalmente en materia sanitaria, pero Italia Viva habría planteado al primer ministro la necesidad de compartir más el poder, acelerar los proyectos de obras públicas y renunciar al control de los servicios secretos.
En última instancia, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, ejercerá de nuevo de árbitro de esta disputa, ya que de él depende encargar a un determinado candidato la formación del Gobierno. Pese a tener un puesto más ceremonial que político, no sería la primera vez que Mattarella asume un papel relevante.
El jefe de Estado ya habría pedido a Renzi que al menos garantice el visto bueno parlamentario al plan de recuperación antes de desatar cualquier terremoto político en Italia. Este respaldo, sin embargo, podría hacerlo desde fuera del Gobierno, con una forma de apoyo externo.