Los parlamentarios de Israel han elegido este miércoles a Isaac Herzog como nuevo presidente de Israel, con lo que sucederá a Reuven Rivlin, cuyo mandato de siete años expira el 9 de junio sin que pudiera presentarse a la reelección.
Herzog, antiguo líder del Partido Laborista de 60 años, ha recabado 87 de los 120 votos de los parlamentarios y se ha impuesto así a su rival, la activista Miriam Peretz, según ha recogido el diario ‘The Times of Israel’.
El político, que cuenta con una importante influencia en el país y partía como favorito, es hijo del expresidente Chaim Herzog, así como nieto del primer rabino jefe de Israel. Asimismo, es el actual presidente de la Agencia Judía de Israel.
Peretz, de 67 años y nacida en Marruecos, aspiraba a convertirse en la primera mujer en ser elegida como presidenta de Israel –Dalia Itzik lo fue en funciones durante varios meses en 2007 tras la dimisión de Moshe Katsav por acusaciones de violación–. La activista perdió a un hijo durante la guerra en Líbano y a su hermano en una operación cerca de la Franja de Gaza en 2010.
Tras la votación, Herzog ha apostado por “construir puentes” entre la sociedad israelí y los judíos en el extranjero, “luchar contra el antisemitismo y el odio contra Israel” y “salvaguardar los pilares de la democracia” en el país.
“Acepto la gran responsabilidad que han puesto sobre mí. Acepto el privilegio de servir a todo el pueblo israelí”, ha señalado Herzog, quien ha dicho que espera “ser capaz de trabajar con cualquier Gobierno y primer ministro”, en medio de las conversaciones para la formación del nuevo Ejecutivo en el país.
Peretz, que ha reconocido su derrota, ha resaltado que ha cumplido un sueño de infancia al presentarse al cargo. “Un presidente adecuado que nos honra ha sido elegido. Rezaré por su éxito, porque su éxito es nuestro éxito”, ha argumentado.
Por su parte, el primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, ha felicitado a Herzog y le ha deseado “suerte”, mientras que ha aplaudido la “candidatura honorable” de Peretz, de quien ha dicho que “seguirá contribuyendo a la sociedad israelí, como ha hecho toda su vida”.
El líder del opositor Yesh Atid, Yair Lapid –quien en estos momentos tiene el mandato para intentar ensamblar una coalición de Gobierno–, ha felicitado igualmente a Herzog, a quien ha descrito como “un hombre maravilloso que siempre se ha centrado en el bien del país y del pueblo judío”. “Buena suerte, presidente”, ha añadido.
A las felicitaciones se ha sumado Rivlin, quien ha destacado que la responsabilidad del cargo “no es como cualquier otra cosa que haya hecho hasta ahora”. “El sistema judío y democrático que establecimos aquí, en la tierra de nuestros ancestros, tiene cuerpo y alma”, ha dicho.
“Si la Knesset es el lugar de las discusiones, como hemos visto recientemente, la residencia del presidente es un lugar de discurso, sociedad y Estado”, ha explicado, según el diario israelí ‘The Jerusalem Post’. “No tengo duda de que asumirá perfectamente estas responsabilidades. Me enorgullece pasarle el bastón (de mando) en un mes”, ha zanjado.
La figura del presidente es fundamentalmente ceremonial en Israel, si bien cuenta con la autoridad para dar el mandato para formar Gobierno. El mandatario es elegido cada siete años a través de una votación secreta entre los 120 miembros del Parlamento.
Rivlin, que dio el mandato a Netanyahu para formar un Ejecutivo tras las elecciones de marzo, lo trasladó posteriormente al líder de Yesh Atid, después de que el primer ministro no lograra un acuerdo en los 28 días que tenía de plazo.
Las conversaciones para formar el nuevo Ejecutivo han registrado avances en los últimos días, si bien por el momento no se ha cerrado una mayoría que pueda sacar del poder al primer ministro en funciones, conocido popularmente como ‘Bibi’.
Los contactos de última hora giran en torno a un posible acuerdo entre Lapid y el líder del derechista Yamina, Naftali Bennett, quienes podrían pactar rotar en el puesto de primer ministro con el objetivo de sacar del poder a Netanyahu, la persona que más tiempo ha ocupado el cargo en la historia del país.