El aumento del costo del alquiler de viviendas en Colorado ha causado el desalojo de unas 45.000 familias en 2016, la mayoría de ellas hispanas o afroamericanas, revelan datos publicados hoy por el Poder Judicial local.
El año pasado el precio promedio de alquiler de un apartamento de dos ambientes en Colorado era de 1.500 dólares mensuales, superior a los actuales 2.000 dólares de media, según la zona y la antigüedad de la vivienda, de acuerdo a datos de Colorado Apartment List.
Ese incremento, que prácticamente duplica el promedio nacional de aumentos en el costo de alquiler de viviendas, sucede a la vez que los salarios se mantienen prácticamente sin variantes en Colorado.
Por eso, según el Poder Judicial, durante 2016 se realizaron 8.000 operaciones de desalojo en Denver y otras 37.000 operaciones similares en el resto del estado.
Y aunque los números aún se mantienen por debajo de los 51.000 desalojos anuales durante la recesión económica entre los años 2008 a 2011, se estima que cada día se presentan unos 100 pedido de desalojo en las cortes de Colorado.
Uno de los afectados por esa situación es Rodrigo Cordero, un inmigrante mexicano que, afirmó, hace “décadas que está en el país, lo suficiente para que mi esposa y yo seamos ciudadanos”.
“Perdí mi casa propia en 2008, al principio de la recesión. Y luego conseguí un apartamento donde vivir. Pagábamos 200 dólares al mes e incluía la luz y el gas. Y luego subió a 450 dólares al mes. Y después ya eran 650 al mes, sin luz ni gas incluidos”, dijo Cordero a EFE.
“Y ahora ya me piden 1.300 dólares al mes y no los puedo pagar, pero no tengo donde ir. Es un apartamento pequeño en una zona llena de maleantes. La policía siempre está aquí. Yo ya tengo 72 años. Trabajé y pagué muchos impuestos. Si me sacan de aquí, no sé qué voy a hacer”, agregó.
Situaciones similares se repiten en todo el estado. Incluso en un área como el Condado Larimer, en el norte de Colorado, que carece de la concentración demográfica de la zona de Denver, en 2016 se registraron unos 1.300 desalojos, mientras que en el Condado Boulder, que disfruta de una sólida economía, aun así, hubo 1.051 desalojos el año anterior.
En el caso específico de la ciudad de Longmont, el 70 % de las personas desalojadas o que simplemente abandonaron sus apartamentos es de origen hispano o familias de bajos recursos, según datos de esa municipalidad.
Y otras ciudades, como Colorado Springs, reportaron porcentajes similares. Además, hasta el 90 % de los desalojados carece de representación legal para resolver sus casos.