James O’Neil, de 83 años de edad, fue detenido por la Policía del Condado Palm Beach, en el sur de Florida, con cargos por asesinato de su esposa, ocurrido en 1987 y que se certificó como suicidio, informaron hoy las autoridades.
El hombre, que fue detenido el jueves con cargos de homicidio y liberado este viernes tras pagar una fianza de 50.000 dólares, declaró a la Policía que fue él quien disparó por accidente a su esposa, Verna O’Neil, si bien 30 años atrás señaló que la mujer se suicidó.
La muerte de Verna O’Neil, ocurrida el 23 de julio de 1987 en el domicilio de la familia, se debió a un disparo en el rostro, aunque los forenses locales dictaminaron en aquel entonces que la manera en que murió la mujer de 50 años fue “indeterminada”.
Aquella noche, O’Neil le dijo a la Policía que sostuvo una discusión con su esposa por haber quemado la cena y por su excesivo consumo de alcohol, y que la mujer sacó una pistola con intención de suicidarse, lo que dio paso a un forcejeó que culminó con un disparo accidental que acabó con la vida de Verna.
Según se desprende de documentos policiales, durante todos estos años, Sharon McGee, hija de la pareja, nunca estuvo conforme con la historia y en octubre del año pasado confrontó a su padre, quien le relató otra versión de la historia.
Tal como contó O’Neil a su hija, su esposa le mostró el arma de fuego y amenazó con quitarse la vida, pero él logró quitársela y cuando su mujer le dijo que quería suicidarse, apuntando el arma hacia ella le respondió: “Déjame enseñarte cómo se hace”.
Acto seguido, el arma se disparó y el hombre aseguró a su hija que el disparo fue un “accidente”. McGee acudió en febrero de este año a la Policía local y contó la versión que su padre le relató y que pidió mantener en secreto.
De acuerdo con el reporte policial, en interrogatorios hechos este año, y en contra de lo que dijo hace 30 años, James O’Neil confirmó que logró arrebatar la pistola a su esposa, que el arma se disparó y defendió que la muerte de su exmujer fue un accidente.
O’Neil se mantiene bajo arresto domiciliario y con una tobillera electrónica.