Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, hijos del expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), han corrido la misma suerte que su padre y han acabado detenidos en Miami, donde la familia tiene varias propiedades.
Varias horas después de que la noticia saltara a los medios de la capital panameña y Miami, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) confirmó hoy a Efe que los dos hermanos, pedidos en extradición por Panamá, fueron detenidos este martes en una operación en Coral Gables, ciudad del condado de Miami-Dade.
Según Bryan Cox, portavoz de ICE, aunque entraron legalmente e Estados Unidos los hijos del expresidente estaban actualmente en situación ilegal, pues las autoridades revocaron sus visas en 2017.
De esta manera quedó confirmado que el motivo aducido en principio para su detención es migratorio y no tiene que ver con la razón por la que Panamá solicitó su extradición, que es su presunta implicación en el escándalo de corrupción en torno a la constructora brasileña Odebrecht y otro en torno a una empresa local.
Cox, que hasta ahora es la única fuente oficial estadounidense que ha hablado del caso, dijo que los dos hermanos están bajo custodia de ICE en el centro de detención de Krome, en el sur de Miami, a la espera de que se resuelva su situación jurídica ante un tribunal migratorio.
Efe estuvo hoy en Krome, que es un centro de reclusión pero también tiene juzgados, pero los funcionarios presentes ni confirmaron ni desmintieron a Efe que se encontrasen allí.
En ese mismo lugar estuvo el excandidato a la Presidencia de Guatemala Manuel Baldizón, quien es reclamado por la justicia de su país por el caso Odebrecht y fue detenido en enero pasado a su llegada a Miami también por cuestiones migratorias.
Sin embargo, Baldizón acabó siendo acusado de lavado de dinero y fraude en un tribunal del Distrito Sur de Florida el pasado 29 de octubre, después de haber tratado sin éxito de obtener asilo político en Estados Unidos.
Desde Panamá, donde está preso tras haber sido extraditado desde EE.UU. en junio pasado, el exmandatario panameño Ricardo Martinelli (2009-2014) dijo hoy que él y su familia son víctimas de una “tortuga psicópata”, en alusión al actual presidente de su país, Juan Carlos Varela.
“A lo único que se dedica (el presidente Juan Carlos Varela) es a perseguirme a mí, a mi familia y a todos los miembros de Cambio Democrático (el partido que Martinelli fundó). A esta tortuga psicópata en algún momento le caerá todo el peso de la ley”, gritó el expresidente antes de entrar en la sala donde este miércoles se reanudó la audiencia dentro de una causa de escuchas en su contra.
Martinelli, un millonario empresario de 66 años, está en la cárcel El Renacer, a las afueras de la capital panameña desde el pasado 11 de junio, cuando fue entregado a Panamá por Estados Unidos, donde estuvo preso un año en razón de una solicitud de extradición por interceptación de comunicaciones.
Se desconoce por ahora cuando comparecerán ante la justicia los hijos del expresidente, pero, según fuentes allegadas a la familia consultadas por Efe, probablemente será el próximo lunes, pues mañana es el Día de Acción de Gracias y el viernes es también feriado a efectos de entidades públicas.
Los hermanos Martinelli fueron detenidos este martes en la residencia principal de la familia en Coral Gables, ciudad aledaña a Miami, según dijo a Efe una persona allegada a ellos que no quiso ser identificada.
“Los muchachos no se iban a escapar. Iban a pasear en su yate como lo hacen siempre”, indicó la fuente en relación con informaciones de prensa que señalan que fueron detenidos cuando iban a abordar la embarcación “White Shark” en el embarcadero de la casa familiar en Coral Gables.
La portavoz de la organización Movimiento Independiente (Movin), Annette Planells, dijo a Efe en la capital panameña que los hermanos Martinelli deben “venir a Panamá, enfrentar la justicia y, si son declarados culpables, devolver lo robado”.
Planells recordó que los hijos de Martinelli están acusados de recibir millonarios sobornos de la multinacional brasileña Odebrecht, un caso por el que la Cancillería pidió su extradición a Estados Unidos el pasado mayo, y que están también involucrados en una trama de corrupción local denominada “Blue Apple”.
El mes pasado la fiscal panameña anticorrupción, Zuleyka Moore, desveló las confesiones hechas meses atrás por André Rabello, quien fue representante de Odebrecht en Panamá, dentro de una investigación por supuesto blanqueo de capitales.
Según Moore, Rabello aseguró que los dos hijos de Martinelli recibieron al menos 55,8 millones de dólares entre 2009 y 2014, que fueron depositados en cuentas en distintas jurisdicciones.