Aquellos que se mantienen al acecho de potenciales gazapos, principalmente dichos o escritos por políticos, parece que le han caído atrás al licenciado Danilo Medina.
La semana antes pasada, en la provincia de San Cristóbal, Danilo dijo que, “el PLD no estaba muerto, estaba de parranda” Para los jóvenes principalmente, que es posible no conozcan la expresión, vamos a decirles que este enunciado se hizo sumamente popular a mediados de la década del 1960, no solo en América sino también en España.
Es la historia, muchos dicen que verídica, de Blanco Herrera, una celebridad antioqueña que cobró su salario y se fue de parranda y no se le vio por varios días. En el interín apareció una persona fallecida, muy parecida a él y todos lo dieron por muerto. Le hicieron su velorio. Luego, después que se le pasó el jumo al verdadero personaje, este se presentó en el pueblo, lleno de vida y contento, gritándole a todo el mundo, ¡se equivocaron de muerto!
El compositor colombiano, Guillermo González Arena, convirtió la ocurrencia en una canción que tituló, “el muerto vivo” cuyo estribillo era “no estaba muerto, estaba de parranda” y fue interpretada por varias agrupaciones musicales y cantantes, entre ellos, el cubano Rolando Laserie, acompañado de la orquesta del dominicano Porfi Jiménez, la cual fue la más destacada de todas.
De ahí el símil del licenciado Medina comparando aquel incidente con el Partido de la Liberación Dominicana que ha demostrado que sigue vivito y coleando.
Esta semana fue en La Vega. El presidente de la organización morada de la estrella amarilla dijo, “El PLD perdió porque la gente se cansó de bienestar”.
Esta situación también la describe magistralmente el compositor ibérico Manuel Alejandro en su canción “el amor acaba” interpretada por el mexicano José José. Una de sus estrofas dice, “porque el tiempo tiene grietas, porque grietas tiene el alma. Porque nada es para siempre y hasta la belleza cansa, el amor acaba”.
Definitivamente, nuestro pueblo se cansó de estar bien y se puso a inventar. Ahora se ha dado cuenta de su error y muchos de los que se fueron han decidido regresar y otros, jóvenes principalmente, están ingresando al PLD.
Hoy, contrario a los años de bonanza Peledeísta, estamos padeciendo el desempleo, el alto costo de la vida y, en consecuencias, el resurgimiento de la delincuencia. La educación y la salud se han deteriorado significativamente y el 911 sumido en el abandono al igual que las vías de comunicación, con el agravante de que no hay asistencia vial. Los pequeños productores agropecuarios han comenzado a emigrar hacia las ciudades ensanchando los cordones de miseria de las metrópolis, donde los pobres viven en total desamparo. La clase media en ruinas y en la misma situación que las otrora florecientes MYPYMES.
Ahora estamos viendo el ángulo feo del ambiente general del país. “no sabíamos lo que teníamos hasta que lo perdimos” y como dice ese gran compositor jerezano, en su emblemática canción, “porque llega a ser rutina la caricia más divina, el amor acaba”.