El jardinero Bryce Harper, de los Nacionales de Washington, hizo valer su condición de local y ante sus seguidores se proclamó esta noche como nuevo campeón del Derby de Jonrones del Juego de las Estrellas al vencer en la final a Kyle Schwarber, de los Cachorros de Chicago.
Harper emocionó a los aficionados de casa y seguramente enorgulleció a su padre, con una demostración excepcional de poder que lo llevó a superar por 19-18 a Schwarber en la serie final.
El toletero de los Nacionales bateó el bambinazo de la victoria en tiempo extra, la recompensa por pegar dos cuadrangulares de al menos 440 pies (134 metros) durante los cuatro minutos de tiempo regular.
Después de que conectó el tablazo ganador, el toletero de los Nacionales lanzó su bate al aire y apuntó ambos dedos índices hacia el cielo mientras las serpentinas comenzaron a caer sobre las cabezas de los 43.698 aficionados que llenaron las gradas del Nationals Park.
Harper, de 25 años, hizo arreglos para tener a su padre, Ron, lanzándole en el concurso anual que es parte de las festividades del Juego de las Estrellas.
El toletero de los Nacionales, Harper, seis veces seleccionado por la Liga Nacional, respondió con una actuación que provocó los gritos más ruidosos de la noche.
Harper, que se presentó con una banda en la cabeza que asemejaba a la bandera del Distrito de Columbia y una manga en el brazo derecho con las franjas y las estrellas de la bandera estadounidense, estaba abajo con 18-9 con 1:20 de tiempo restante antes de remontar.
“Tenemos a algunos de los mejores aficionados del béisbol, y poder hacer esto en compañía de mi familia, es un momento increíble, no solo para mí, sino para la organización y los fanáticos de los Nacionales”, destacó Harper.
Su compañero en Washington, Max Scherzer, el abridor por la Liga Nacional para el partido del martes, también apreció el momento.
“Es increíble. Estamos en casa”, señaló Scherzer. “El público lo respalda. Entró en ritmo, no se complicó y siguió pegando jonrón tras jonrón”.
Harper reiteró de nuevo que gracias a los lanzamientos que le hizo su padre le permitieron pegar con solidez y consistencia a la pelota.
“Solo soy tan bueno como el que me lanza la pelota”, subrayó Harper con una sonrisa ante los periodistas.
Los grandes derrotados fueron los dos únicos latinoamericanos que competían, el venezolano Jesús Aguilar, de los Cerveceros de Milwaukee, y el puertorriqueño Javier Báez, de los Cachorros de Chicago, al ser, ambos, eliminados en la primera ronda.
Aguilar, de 28 años, el primer clasificado del grupo de ocho peloteros que participaron en el concurso, cayó derrotado por Rhys Hoskins, de los Filis de Filadelfia por 17-12.
El primera base de los Cerveceros, convocado a su primer Juego de Estrellas, alcanzó una distancia tope de 428 pies (131 metros) y su batazo de mayor velocidad de salida fue de 106 millas (171 kilómetros) por hora.
Mientras que Báez, de 25 años, parecía estar camino a la segunda ronda cuando sacó 16 pelotas del terreno en el Nationals Park, pero con una furia de batazos largos al final de su turno, Max Muncy, de los Atléticos de Oakland llegó a superar al segunda base de los Cachorros por uno (17).
El jonrón de más distancia de Báez, quien también participa en su primer Juego de Estrellas, fue de 479 pies (146 metros), mientras que su mayor velocidad de salida fue de 108 millas (174 kilómetros) por hora.