Los Rockets de Houston siguen con la promoción al máximo del logró de haber conseguido juntar al escolta James Harden y al base Chris Paul, como paso importante en la lucha por conseguir el tercer título de liga de su historia.
Si el viernes, los Rockets presentaron de manera oficial a Paul, en lo que el exjugador de Los Angeles Clippers definió como un nuevo comienzo en su carrera, el sábado fue el turno para Harden, que reiteró su compromiso completo con mantenerse “durante muchos años” con la franquicia de Houston.
“Esta es mi casa, aquí es donde quiero estar y nunca había visto un compromiso tan grande por parte de un dueño y de unos directivos en convertir a la franquicia en ganadora”, declaró Harden en rueda de prensa. “Nuestro objetivo está muy claro y no es otro que conseguir el título de liga, algo que ahora podemos comenzar a pensar de manera seria y objetiva”.
Harden, de 27 años, que ha sido elegido al Partido de las Estrellas en las cinco temporadas que lleva con los Rockets desde que fue traspasado por los Thunder de Oklahoma City, ya ha hecho historia al ser el jugador mejor pagado al cerrar la extensión de su contrato.
“Para mí Houston es como si fuera mi hogar”, reiteró Harden. “El señor Alexander (Leslie) ha demostrado que está comprometido en ganar y tanto mis compañeros como yo vamos a dar nuestro mejor esfuerzo para continuar mejorando y poder competir por el título”.
El escolta estrella de los Rockets firmó una extensión por cuatro años y 160 millones de dólares, que unidos a los 68 que todavía tiene pactados en el contrato que le falta por cumplir de dos temporadas más, le dan unos ingresos garantizados durante seis años de 228 millones de dólares.
“Todo ha sido fácil con James (Harden) porque ese dinero se lo podíamos dar, se lo merece, y lo que es más importante que quería seguir en Houston”, declaró el gerente general de los Rockets, Daryl Morey. “Ahora tenemos una pareja excepcional de jugadores y trataremos de ponerles a su lado siempre a los profesionales que les den toda la ayuda para luchar por el título”.
El mismo objetivo que tienen los Celtics con la firma del alero Gordon Hayward al que ya firmaron tras dejar el espacio salarial suficiente para darle 128 millones de dólares y cuatro temporadas.
Hayward se unirá al base Isaiah Thomas y al pívot dominicano Al Hoford como los jugadores estrella dentro del equipo, además del novato Jayson Tatum, seleccionado con el número tres en el pasado sorteo universitario.
Si Hayward hizo feliz a los Celtics con su decisión de elegirlos como el equipo con los que quería seguir la carrera profesional, a los que les hizo un gran daño fue a los Jazz de Utah, el equipo que invirtió en él, lo desarrolló, y montó una reconstrucción teniéndolo como pilar.
Su salida hizo que todos los planes y proyectos cambiasen y hayan tenido que establecer una nueva dirección que no tendrá que comenzar de cero con una nueva reconstrucción sino que lo harán con el pívot francés Rudy Gobert como su jugador franquicia.
El director general del Utah, Dennis Lindsey, declaró que el equipo no entrará en el modo de reconstrucción después de perder Hayward, sino que se centrarán en tener un equipo defensivo que pueda pelear contra los más fuertes en el Oeste.
“Sentimos que podemos construir defensivamente alrededor de Gobert”, señaló Lindsey a The Salt Lake Tribune. “Lo miramos, él es un jugador de primer nivel y un defensor único, así que queríamos formar un equipo en torno a su talento”.
La salida de Hayward dejó al entrenador de los Jazz, Quin Snyder, con un enorme vacío, pero el equipo se ha centrado en fichar jugadores de profundidad de calidad como el alero suizo Thabo Sefolosha, el ala-pívot sueco Jonas Jerebko y Epke Udoh.
Antes de la agencia libre, el equipo de Utah recibió al base Ricky Rubio de los Timberwolves de Minnesota mediante traspaso.
“Simplemente sentíamos que teníamos demasiado talento para dejarlo ir”, destacó Lindsey. “Lo principal con Quin y Rudy es lo que estamos defendiendo, sentimos que tenemos un gran jugador en Rudy, y queremos demostrar su habilidad”.
Otro que podrá demostrar de nuevo su habilidad como jugador y líder será el veterano base Rajon Rondo que acordó la firma de contrato por un año con los Pelicans de Nueva Orleans, donde se volverá a encontrar con su excompañero de los Kings de Sacramento, el pívot DeMarcus Cousins.
El que dejó la NBA fue el base español Sergio Rodríguez, que después de un año con los Sixers de Filadelfia, regresó al baloncesto europeo, esta vez para firmar con lo CSK de Moscú por tres temporadas.
Rodríguez, de 31 años, que vivió su segunda experiencia en la NBA, llegará al equipo ruso para ocupar el puesto del base serbio Milos Teodosic que firmó contrato con los Clippers.