El grupo del exilio Asamblea de la Resistencia Cubana comenzó este jueves en Miami una recogida de firmas para respaldar una petición propia que pretende llevar ante un tribunal internacional al exgobernante cubano Raúl Castro, “cómplice de los crímenes cometidos (…) en Venezuela y Nicaragua”.
Un libro de firmas se abrió este mediodía a las afueras del emblemático restaurante Versailles, donde habitualmente confluye una gran cantidad de cubanos, sobre todo del denominado “exilio histórico”.
Este cuaderno, donde también es necesario proveer la dirección y el teléfono del firmante, pretende reunir la mayor cantidad de rúbricas de personas que están de acuerdo con llevar a Castro ante la justicia por cometer “crímenes de lesa humanidad”.
Según un comunicado de esta Asamblea, las firmas se sumarían a las miles recogidas en la petición hecha al presidente Donald Trump para que enjuicie a Castro por la “masacre de Hermanos al Rescate, donde fueron asesinados tres ciudadanos estadounidenses: Carlos Costa, Armando Alejandre, Mario Manuel de la Peña y Pablo Morales, residente legal”.
La Asamblea de la Resistencia Cubana, una coalición de grupos opositores de dentro y fuera de la isla, dice apoyarse en la “Ley 104-114, Sección 116, cláusula (b) (3), existente de los Estados Unidos” para estos casos.
La recogida de firmas, que se extenderá hasta el mediodía de mañana viernes, funciona bajo la supervisión de la Comisión Internacional Fiscalizadora de Crímenes de Lesa Humanidad Justicia Cuba.
La petición alude a la muerte de cuatro pilotos de Hermanos al Rescate que despegaron del sur de Florida el 24 de febrero de 1996 y fueron derribados “en aguas internacionales”, según la acusación, por aviones militares cubanos.
Junto al libro de firmas, según pudo comprobar Efe este jueves, se expone una fotografía de Raúl Castro con la leyenda “Se Busca”, y una composición fotográfica con los rostros de los cuatro pilotos de Hermanos al Rescate, una organización que se dedicó a localizar personas en el mar durante la crisis migratoria de “balseros” cubanos en la década de 1990.