NUEVA YORK (AP) — El fiscal general de Nueva York Eric Schneiderman es un veterano de la lucha contra Donald Trump. Mucho antes de que el ahora presidente lanzara su campaña política, Schneiderman ya era blanco de la invectiva de Trump y los incondicionales del empresario no se inhibían incluso de atacarlo con imágenes antisemitas.
“Eran imágenes realmente viles. Por ejemplo, me dibujaban entrando a una cámara de gas o como la tapa de una lámpara”, dijo Schneiderman en una entrevista con The Associated Press.
Destacó que la retórica antisemita ha ido en aumento en los últimos días, desde que desafió el decreto de Trump de prohibir la entrada a habitantes de siete países de mayoría musulmana. Los insultos en las redes sociales incluso se extendieron a su hija.
“Si surge algo que mis asesores consideran como una amenaza real, me lo hacen saber, pero de lo contrario no le presto atención”, dijo Schneiderman. “Mi responsabilidad es luchar”.
De hecho, el político demócrata de 62 años de edad y poco protagonismo a nivel nacional se está perfilando como un líder en el movimiento nacional de resistencia contra Trump.
Con el respaldo de uno de los bufetes de abogados más importantes del país, tiene el status para desafiar las políticas de Trump que no tienen muchos otros demócratas en Washington, aunque hay quienes dudan de si tiene la fortaleza para combatir cabalmente a la agresividad del empresario vuelto presidente.
Trump tildó a Schneiderman de “insignificante” en Twitter en 2013, en respuesta a las investigaciones que el fiscal general estaba realizando a las denuncias de desfalcos en la Universidad Trump.
Schneiderman mismo señala que él ya derrotó a Trump.
Como fiscal general encabezó una demanda contra la Universidad Trump por fraude y al final logró la aprobación de un pago de 25 millones de dólares como un acuerdo para levantar la demanda. Trump había jurado que jamás aceptaría un acuerdo.
Schneiderman investigó también la fundación de la familia Trump y recientemente desempeñó un papel protagónico en la organización de un grupo de fiscales generales estatales que se opusieron al veto de Trump sobre inmigración.
“Eric encabeza una enorme empresa de abogados y cuenta con abundantes recursos”, dijo el fiscal general del estado de Washington Bob Ferguson.
Sin embargo, otros señalan que no ha logrado proyectarse a nivel nacional, como Eliot Spitzer o Andrew Cuomo, quienes fueron ambos exitosos fiscales generales del estado de Nueva York y fueron elegidos gobernador.
Schneiderman insiste en que se lanzará a la relección en 2018, descartando rumores de que se lanzaría a gobernador contra Cuomo. Sus fondos de campaña ascienden a 6 millones de dólares, comparado con 22 millones de Cuomo.
Entretanto, Schneiderman y su equipo de casi 700 abogados están concentrados en resistirse a la presidencia Trump. Además, oponerse al nuevo gobierno le rendirá frutos políticos en un estado en que Trump perdió por 22 puntos porcentuales.
“Todo lo que Trump está tratando de hacer es sumamente impopular en el estado de Nueva York”, señaló Bruce Gyory, un consultor político para los demócratas.
Aparte del tema de inmigración, el equipo de Schneiderman se dispone a combatir a Trump en los temas de medio ambiente, derechos civiles, la atención médica a las mujeres, los derechos laborales y la protección a los consumidores, entre otros temas.
Schneiderman dice que no es nada personal contra Trump.
“No importa cuán rico o cuán poderoso seas, si estás perjudicando a los habitantes del estado de Nueva York, te vamos a combatir”, expresó.