La belleza puertorriqueña, Génesis Dávila, a quien le fuera retirado su título como Miss Florida 2017, presentó el lunes una demanda por 15 millones de dólares en la que aparecen algunos datos que dejan muy mal parado al director del concurso de Miss Florida, Grant Gravitt Jr. Estos apuntan a que las razones que tuvo Gravitt para quitarle la corona a la modelo fueron motivados por el dinero y no porque la modelo se saltara las normas del concurso, como se dijo inicialmente.
En dicho documento se explica que el director del certamen tiene como uno de sus principales auspiciadores a la compañía PR Coaches/Pageant Ready cuyo propietarios es Jules Meyer. Se alega que PR Coaches entrena a las participantes del certamen, y que de las top 15 en la semifinal, 8 pertenecían a esa agencia, y de las cinco finalistas, con excepción de Génesis, provenían de su cliente Pageant Ready.
“Gravitt tenía la potestad de autorizar que la ganadora del concurso fuera una de las clientas de sus principales auspiciadores”, leía la demanda.
Mientras que Génesis comentó al diario El Nuevo Día que en los cinco días anteriores al certamen durante el acuartelamiento en el hotel la gente en la organización la había tratado muy bien.
“Pero el día del certamen parece que dijeron ‘tenemos que sacar a esta negrita de aquí que llegó de la nada y enamoró a todo el mundo, al público y a los jueces”, sostuvo la joven de 24 años.
En la reclamación de varias páginas se indica que Génesis, quien nació en Arroyo, fue citada en las oficinas Tel-Air propiedad de la organización para firmar ciertos documentos relevantes a su reinado, y que “luego de recibir felicitaciones por su victoria por miembros de Tel-Air, el director del concurso le gritó afirmando que era una mentirosa y que “iba a acabar con ella”.
Se alega que Génesis no sabía de lo que estaba hablando y le pidió que le explicara. Entonces Gravitt la acusó que le había mentido al escribir en la aplicación que era ciudadana de Estados Unidos, que es un requerimiento del concurso. Insistió en que ella escribiera una carta aceptando que no estaba calificada para ser Miss Florida.
Génesis pensó que si el único problema era su estatus migratorio consultaría a la abogada de inmigración, Mayra Jolie, quien les aclaró que por nacer en Puerto Rico Dávila es ciudadana norteamericana, y que por vivir en Miami desde hace 18 meses estaba cualificada para ser Miss Florida según los términos del contrato.
Segura de que el estatus migratorio era el único dilema, concertaron una reunión para el 22 de julio a las 3p.m. La abogada Jolie llegó primero a la junta y se encontró con la sorpresa de que Gravitt había convocado a los medios para anunciar que le quitarían el título y la corona por razones desconocidas.
Cuando la letrada insistió en conocer las razones él le dijo que Génesis tenía que hablar a la prensa y decirle que “no podía continuar con las responsabilidades como Miss Florida porque su mamá estaba enferma en un hospital. Y que si no renunciaba él podría llegar a ser una persona muy agresiva y que la humillaría públicamente”.
La modelo también insiste en la mencionada demanda que, debido a este escándalo, su imagen y su nombre han sido manchados públicamente y ella ha sufrido incalculables daños emocionales y sufrimientos por todo lo sucedido.
*El Nuevo Dia